La Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en el municipio Jáuregui, La Grita, es la prueba indefectible de un pueblo de arraigo religioso que ve en sus templos un lugar de oración y cobijo para el alma. Pese a la infinidad de transformaciones y reconstrucciones que se aplicaron, es hoy día, una muestra representativa que dibuja un tiempo irreverente que conquistó y conquista corazones para consolidar la historia.
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El templo que resguarda a la madre de Dios bajo la advocación de Nuestra Señora de Los Ángeles, está ubicado en el corazón de La Grita y su estilo neocolonial dan un toque de misticismo a todo el pueblo, de allí que la ciudad sea reconocida como la Atenas del Táchira, debido a inconmensurable historia cultural, religiosa y colmada de fe, así como un reservorio de eminentes pensadores e intelectuales.

Sin embargo, el paso del tiempo inclemente trastocó la estructura, razón por la cual, pueblo y sacerdotes se unieron con la intención de promover trabajos de reconstrucción y mejoramiento, basados en la celeridad y no interrupción de las actividades habituales, de allí, que, durante ocho meses, desde el dos de octubre de 2024 y ocupando el primer semestre de 2025, (2 de julio) los trabajos se llevaron a cabo.

Las acciones que solo dispusieron de recursos independientes, abarcaron la refacción integral de la fachada, 5 mil metros cuadrados aproximadamente sumado a las torres de 40 metros cada una y la cúpula central de treinta metros.

“La restauración contempló la intervención completa de la fachada exterior del templo, incluyendo 2 torres de 40 metros de altura cada una, 1 cúpula central de 30 metros de altura. Un total aproximado de 5.000 m² de superficie intervenida (…) en el proceso de restauración realizado destaca, lavado profundo de superficies, retiro de suciedad, moho y restos de pintura deteriorada mediante hidrolavado a presión, resane y reparación de grietas, aplicación de mortero para nivelar y restaurar zonas dañadas o fracturadas en paredes, cornisas y columnas y aplicación de emulsión fijadora.”

Adicionalmente en el área artístico se reparó y restauró la imagen de la Virgen que se encuentra en la fachada, de 3 metros de altura, esto con una supervisión integral con la cual el artista aplicó la técnica grisalla, a través de tonos que recuperaron, casi a la perfección el realismo de la imagen que durante años la ha erigido como sagrada y forjadora de una emotividad que a propios y extraños sorprende.
Técnica
Los profesionales que llevaron a cabo el trabajo utilizaron técnicas llamadas de acceso vertical y se concretó la realización por etapas para así respetar las acciones religiosas que se realizaron en el templo.
“La restauración se ejecutó con materiales seleccionados por su resistencia climática y adecuada integración estética, una muestra más del respeto que se tiene con una iglesia insigne en la población de La Grita”.
Este tipo de acciones no solo sirven para mejorar la imagen del templo, sino que además forma parte del resguardo del patrimonio arquitectónico, cultural y religioso que consolida el parecer de los pobladores de La Grita, en torno al respeto de sus emblemas que dignifican su fe.
Carlos A. Ramírez B.