La celebración eucarística para agradecer y confiar la obra a la protección de Nuestra Señora de la Consolación, marcó el acto de inauguración del nuevo colegio parroquial de la Diócesis de San Cristóbal, el cual tiene como epónimo a Monseñor Luis Abad Buitrago y funcionará en edificio adyacente a la Basílica de Táriba.
Monseñor Lisandro Rivas, obispo de San Cristóbal presidió la misa de apertura de las actividades escolares. En la homilía resaltó que el acontecimiento marca un momento importante de la historia diocesana y del Táchira al iniciar un proyecto que apuesta por una educación integral, de calidad para forjar el intelecto y el corazón de los niños, niñas y adolescentes, valores y conocimientos que transmitan vida y vida en abundancia.
«Dar apertura al Colegio marca un hito en la Iglesia Diocesana. Marca una alianza, con la familias en pro de la educación», expresó.
Añadió que la designación del nombre de monseñor Luis Abad Buitrago, es una forma de reconocer su legado, los sueños, el esfuerzo y las virtudes de fe, esperanza y caridad de este hombre de Dios. «Su ejemplo nos invita a ser y a formar hombres y mujeres de bien».

Refirió la intención manifestada por el director, el presbítero Jesús Duque, de ayudar a construir una sociedad impregnada de evangelio. Por ello manifestó a los docentes que tienen una gran responsabilidad. Les aconsejó que recurran siempre a la luz y guía de María Santísima para orientar a los estudiantes y responder a sus dudas e inquietudes.
Destacó la visión de la institución en la cual se propone desarrollar la pedagogía católica, que haga énfasis en valores de respeto y cuidado por la vida. Dijo que la Palabra es una herramienta extraordinaria que puede salvar o aniquilar la vida.

«El colegio Monseñor Luis debe comunicar vida de la mano de Dios, para que sea vida en abundancia. Tendrán que ser generadores de esperanza y gracia para los jóvenes, fuente de palabra y escucha que restaure, que promueva conocimientos, que motive y marque para bien la vida de los alumnos».
Se refirió al Evangelio resaltando la esperanza del centurión al implorar la ayuda del Señor y confiar en su misericordia. Recordó la importancia de la oración diaria y la perseverancia en hacer las cosas bien.

Al finalizar la eucaristía, monseñor Lisandro pronunció un responso por el descanso del alma de monseñor Luis Abad Buitrago, quien está sepultado en la Basílica. Seguidamente leyó el nombramiento del presbítero Jesús Duque, cómo director del colegio parroquial. Después de la bendición se realizó la procesión inaugural y la bendición de las instalaciones.
Ana Leticia Zambrano