En el marco del Día del Amor y la Amistad, la presidenta de Intamujer, Beatriz Mora, se refirió con preocupación a la violencia de género que, según el balance de denuncias recibidas en el último trienio, se ha incrementado de forma alarmante. Las mujeres son abusadas y maltratadas por sus parejas, quienes las amenazan gravemente, evitando así ser denunciados, lo que dificulta el actuar de los entes encargados, expresa Mora.
Los agresores se valen de palabras bonitas y promesas de rescate del amor para que sus parejas no reaccionen a la violencia de la que son víctimas, sino se queden esperando al “cambio” que casi nunca llega. Esta situación pone en riesgo la integridad física y la vida no solo de esposas, sino también en numerosos casos, de hijas y otros familiares que se ven involucrados directa e indirectamente en la situación.
La negación de esta situación por parte de las mujeres es muy común, y lamentablemente, cuando estas deciden acudir a los entes encargados, ya hay un largo historial de violencia que ha terminado incluso en femicidios por parte de los denunciados. En el Táchira se registraron en 2018 unos 7800 casos, en 2019 unos 10mil, y en lo que va del 2020 se han contabilizado más de 100 casos, incluido el primero de femicidio en la entidad, ocurrido el pasado 31 de enero en San Joaquín de Navay.
La violencia, según explica Mora, va aumentando de grado, comienza generalmente con insultos, celos, humillación, control y manipulación, hasta llegar a amenazas y chantajes que derivan en situaciones lamentables como suicidios u homicidios por no haberse detenido a tiempo.
Pero, aunque estén presentes estas agresiones, las mujeres no se atreven a denunciar ni pedir ayuda, sino que por el contrario, comienzan a excusar el comportamiento de sus parejas con el estrés, la angustia y otras formas de ocultar lo que realmente sucede, e incluso en caso de que estas denuncien, posteriormente aparece el arrepentimiento y el perdón “por amor”, pero la violencia no cesa.
La funcionaria expone que para evitar que una relación se convierta en tóxica y derive en esto, debe existir fundamentalmente el respeto entre ambos; y que se alimente la confianza entre ambos, la comunicación y el dialogar aquello que los incomode o aqueje, buscando resolver los problemas y no agravarlos. «Si hay confianza y respeto, no se abrirá paso a la violencia», agregó.