Mateo 7, 21 – 29
La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
El seguimiento al Señor y nuestro compromiso con él se refleja a través de un determinado comportamiento, una manera de actuar concreta que busca imitar el modo de vida de Jesús.
El que pone en práctica las enseñanzas del Maestro es como el que construye su casa sobre la roca, y así está firme ante las dificultades que se puedan presentar en su vida. Nuestra vida cristiana debe estar fortalecida y arraigada en el Señor que es la piedra angular, unidos a él podremos producir frutos abundantes a través de nuestras buenas acciones.
Dios siempre toma la iniciativa, su fuerza y su gracia nos fortalece para poder responder con actos de amor. Busquemos por eso hoy cimentar nuestra existencia en roca fuerte y no en simple arena, que al no tener bases desaparece y cambia de lugar ante la presencia de un fuerte viento.