El 31 de marzo la oficina de prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco autorizó al Dicasterio para las Causas de los Santos, promulgar el decreto relativo al milagro de la beata Madre Carmen Rendiles. Este anuncio constituye la aprobación de la canonización de la religiosa caraqueña, tras comprobar un segundo milagro de Dios por su intercesión, convirtiéndose en la primera santa venezolana. El país recibe esta buena noticia a un mes de celebrar la llegada a los altares del beato Dr. José Gregorio Hernández.
La Madre Rosa María Ríos, Superiora General de la congregación fundada por la beata Madre Carmen, las Siervas de Jesús, expresó su alegría por esta noticia y resaltó la emoción y orgullo que representa que esta religiosa llegue a los altares de la Iglesia Católica.
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“La primera santa de Venezuela, nos deja un ejemplo a seguir y ha delegado a nuestra Iglesia una riqueza incalculable por su fidelidad a Dios. (…) Fue una mujer consagrada que se convirtió por gracia de Dios en custodia viviente de Jesús Sacramentado”, expresó la Superiora de la Congregación.
En la Diócesis de San Cristóbal, en el Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, la congregación de las Siervas de Jesús ha llevado desde 1952 la administración de los servicios de la casa de formación sacerdotal, misión que fue aceptada en aquel momento por Madre Carmen, a petición del obispo monseñor Rafael Arias Blanco.

Las Hermanas Goretti Aristizabal Giraldo y Francisca del Carmen Molina, quienes actualmente viven su apostolado en el Seminario Diocesano, expresaron su regocijo por el anuncio de la primera santa venezolana: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres, compartimos esta gracia con los padres formadores, el seminario mayor y el seminario menor” expresó la hermana Goretti.
Modelo de vida
La vida de “Madre Carmen de Venezuela” está descrita en el portal web que lleva su nombre y resalta el modelo de aceptación, superación y caridad de esta mujer de Dios, quien nació en Caracas el 11 de agosto de 1903. Fue la tercera de nueve hermanos en una familia con tradición religiosa arraigada.
A pesar de venir al mundo sin su brazo izquierdo, Madre Carmen creció entre sus hermanos con independencia y espíritu de liderazgo, dando ejemplo a su familia para sobrellevar su condición, la que jamás le impidió desarrollarse.
En febrero de 1927, con 23 años de edad, ingresó en una congregación francesa establecida entonces en la capital venezolana, las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento. En 1932 emitió los votos perpetuos. Años después fue nombrada Superiora Provincial de la Congregación.

“La Madre Carmen se opone cuando el gobierno general de la Congregación en Francia, después del Concilio Vaticano II, decide establecerse como instituto secular. (…) Con firmeza la religiosa venezolana consulta a sus hermanas y al Episcopado venezolano y, con el especial apoyo de José Humberto Cardenal Quintero, inicia el proceso de separación de la comunidad francesa, que culminó en 1965 con la constitución de una nueva congregación religiosa que se llamaría en adelante “Siervas de Jesús” en Venezuela”.
En 1969 es nombrada Superiora General, cargo que desempeñó con autoridad, pero con mucha caridad hacia sus hermanas. Con el paso de los años Madre Carmen enriqueció su naturaleza humana, siempre confiada en la gracia de Dios y logró transmitir este ejemplo a todas las Siervas de Jesús.
El 9 de mayo de 1977, poco después de haber cumplido 50 años de vida religiosa, Madre Carmen muere en Caracas en olor de Santidad.
Las religiosas de su congregación resaltan su aceptación y caridad en la frase que la caracterizó: “Más que cantar a la cruz, quiero llevarla cantando”.
Ana Leticia Zambrano