El mandatario Nicolás Maduro anunció este jueves 22 de julio que está preparado para sentarse en la mesa de negociación con la oposición, en un proceso mediado por Noruega que tendrá sede en México.
Afirma que está dispuesto a dar este paso después de que la oposición venezolana decidiera participar en las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre, a pesar de que los partidos que conforman la mayoría opositora no han anunciado una participación en el proceso electoral, más allá de que algunos dirigentes han presentado candidaturas.
«Toda la oposición va a participar con candidatos a las gobernaciones y alcaldías en la megaelección del 21N. Vamos a una megaelección, felicito a todas las oposiciones que están anunciando a sus candidatos. Lo estamos logrando, traerlos otra vez al camino constitucional, electoral», expresó el líder chavista durante un acto conmemorativo de la entrega de la vivienda 3.600.000.
En este sentido, destacó su disposición a participar en el diálogo que tendrá a México como punto de encuentro neutral. A su juicio, la participación en las elecciones es un «buen gesto» de cara a este proceso de diálogo.
«Estamos listos para ir a México. Nuestros representantes han comuncado a todas las delegaciones de la oposición que estamos listos para sentarnos en una agenda realista, objetiva, verdaderamente venezolana», explicó Maduro para luego anticipar que con este proceso intentaría poner fin a las sanciones aplicadas contra su gobierno.
El doble discurso de Maduro
Esta decisión marca un nuevo cambio de 180º en el discurso de Maduro. Durante los últimos años ha sido un insistente promotor del diálogo. Sin embargo, no solo fue el chavismo la primera facción en levantarse de la mesa de negociación previa, organizada en 2019, sino que en esta nueva ronda afirmó que no se sentaría si la oposición no cumplía con tres condiciones concretas.
En diversas ocasiones, Maduro dejó claro que solo accedería a negociar en México si la oposición reconocía a todos los poderes públicos, se comprometía a no desatar más actos violentos de los que el chavismo los responsabiliza y especialmente si levantaba las sanciones contra el chavismo.
Ninguna de estas condiciones se ha cumplido, pero Maduro retoma su disposición a dialogar tras un mes en el que ha dado luz verde a la persecución política y a las detenciones arbitrarias contra dirigentes de Voluntad Popular (VP), deteniendo en el proceso al coordinador nacional del partido, Freddy Guevara.
Sin hacer mención de sus condiciones previas, Maduro sí recalcó que algunos «sectores extremistas» no abandonan el camino de la violencia, por lo que el chavismo «mantendrá sus ojos abiertos» para disipar cualquier posible amenaza. Acto seguido, invitó nuevamente a la oposición a presentar sus candidatos para las elecciones.
«Ahora que han dado buenos gestos y anuncian sus candidaturas a las alcaldías y gobernaciones, les digo en nombre del pueblo que vengan a participar a las elecciones. Abandonen el camino de la violencia, del golpismo, de la política de la fantasía y la maldad. Estamos listos para ir a México y para ir a las megaelecciones», insistió.
Fuente: Tal Cual.