Vocación significa llamada. El matrimonio es una vocación donde Dios invita a que con conciencia y madurez se adapten a las circunstancias positivas y negativas de la vida, la capacidad de entrar y comprometerse en las relaciones personales sanas y la capacidad de relacionarse.
¿Quiénes tienen éxito en su matrimonio? El matrimonio es un camino que se hace al andar. Los que se deciden por el matrimonio católico, se han decidido a hacer un camino de la mano de Dios. Recorrer este camino supone a Dios como su guía, Cristo está presente en su matrimonio, él les dará la fuerza en los momentos difíciles, pero deben dejarle un espacio a Él, así les será más fácil buscar los medios para superar las dificultades.
Lee también: Autoridades de Corposalud realizan sala situacional para evaluar casos en el estado
¿Qué es el matrimonio católico? Muchos piensan que es de la misma naturaleza que el civil. Este es un contrato, sujeto a recesión o condiciones previas. El matrimonio eclesial es de naturaleza sacramental.
Un sacramento es una señal, un signo de una realidad que no vemos ni podemos tocar con las manos, pero que realiza su significado haciendo que lo reconozcamos como real y verdadero. Es signo de la unión de Cristo con la Iglesia, y como tal es eficaz, porque tiene efectos de sanación, perdón y gracia.
El sacramento del matrimonio no admite condiciones de ningún tipo, surge cuando los novios van a unir sus vidas en una sola para vivir, amarse, crecer y santificarse mutuamente. Deben amar como Dios ama, de forma gratuita, total e incondicional.
El matrimonio es un camino a recorrer. En este camino la pareja va descubriendo lo sagrado en lo ordinario, hasta convertirse en sacramento el uno para el otro. El matrimonio es un sacramento porque es fuente de gracia, puesto que Dios les concede la fuerza y el poder para darle plenitud a sus vidas.
Le puede interesar: El Papa agradece a la Papal Fundation y los anima a promover la unidad y transparencia
Esa gracia se traduce cuando hay poder para sanar las heridas que se hacen a lo largo del camino. Poder de consolar en los momentos difíciles, poder ser padre o madre para responder al llamado de la paternidad y maternidad. Poder comprender las diferencias de la naturaleza de ambos. Poder complementarse, cuando se aceptan mutuamente y respetan su individualidad y dones propios.
Que lejos está la concepción que muchas personas tienen del matrimonio católico, que lo conciben como celebración social, banquete de bodas que dura un día, ceremonia que cumple con los requisitos que lo hacen valido, pero no demuestra la profundidad de la relación basada en el amor y la entrega generosa para hacer un camino juntos.
Los ministros del sacramento son los propios esposos, a diferencia de los otros sacramentos donde es el sacerdote el ministro, es este caso pasa a ser testigo. El matrimonio cristiano, es sacramento porque realiza lo que significa. Dentro de la ceremonia se incorporan unos símbolos, los anillos que simbolizan la alianza de caminar juntos y las arras que simbolizan la ayuda mutua y comunión de bienes. Pueden darse otros símbolos como la biblia o rosario que simbolizan que su hogar se convertirá en un lugar de fe.
En conclusión; el matrimonio es un camino; cada paso en ese caminar será clave para vivir la felicidad, aunque el terreno donde empiezan a abrir su camino este al principio muy áspero y sin labrar, pero el buen Dios les acompañará para construirlo sobre la roca firme.
Pbro. Jhonny Zambrano