Este viernes 9 de abril el presbiterio de la Diócesis de San Cristóbal celebró su Misa Crismal, y se efectuó también la ceremonia de Ordenación Presbiteral de tres jóvenes: Gabriel Aldana, Ángel Pérez y Juan Escalante. La Misa se efectuó en la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote del seminario diocesano en Palmira.
El Obispo Mario Moronta presidió la Eucaristía, en la homilía indicó que estos jóvenes son consagrados para: “que sean santificados y así cumplir con la misión en el mundo donde son enviados para proclamar el Evangelio y conducir a la grey como pastores”.
También acompañaron en la ceremonia monseñor Juan Alberto Ayala Ramírez, Obispo Auxiliar de San Cristóbal, monseñor Luis Márquez, Obispo emérito de Mérida, que junto al presbiterio del Táchira renovaron sus compromisos sacerdotales.
“En estos tiempos de dificultades serias, por la pandemia y por la crisis que atraviesa el país, el ministerio de los presbíteros es esencial: en primer lugar, para conducir y apacentar al pueblo de Dios con los criterios del Evangelio”, expresó monseñor Moronta.
En la ceremonia fueron bendecidos los Santos Óleos y consagrado El Crisma, que serán utilizados para la administración de los sacramentos en las parroquias de la Diócesis de San Cristóbal.
También el Obispo en la meditación insistió en que “se requiere de todos los sacerdotes la total y radical dedicación al pueblo para compartir sus alegrías y esperanzas, así como sus dolores y angustias”.
Los nuevos sacerdotes al hacer su promesa de obediencia, recibieron sus primeros encargos pastorales. El presbítero Gabriel Aldana fue nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de Coromoto y miembro del Tribunal Diocesano; el presbítero Juan José Escalante, fue nombrado Vicario Parroquial de la Parroquia Santa Ana; y el Presbítero Ángel Pérez, designado miembro del equipo de Formadores del Seminario Menor Santo Tomás de Aquino.
A la Misa, transmitida a través de los medios de comunicación, celebrada bajo estrictos protocolos de seguridad, sólo asistieron sacerdotes y los familiares más cercanos de los neo sacerdotes.
Al final de la homilía el Obispo diocesano animó a su presbiterio a seguir adelante en la misión pastoral: “No desfallezcamos. Hoy el pueblo nos necesita como lo que somos, pastores de la grey capaces de dar la vida por todo”. (Prensa DiocesisSC)