La Catedral de San Cristóbal celebró la Misa Pontifical en honor a San Sebastián este 20 de enero, como en los últimos meses lo exigen las normas de bioseguridad.
La ceremonia la presidió monseñor Mario Moronta, acompañado de su Obispo Auxiliar Juan Ayala, algunos sacerdotes, y un pequeño grupo de fieles de la comunidad parroquial.
“Aunque nos sentimos golpeados y desafiados por una emergencia sanitaria causada por el covid19 y, en medio de una situación de crisis y de incertidumbre que ataca a toda la población venezolana, no dejamos de celebrar el patrocinio de un testigo fiel del Resucitado, al cual imitó con la donación de su vida con el martirio”, dijo el Obispo en la homilía.
Monseñor Moronta también lamentó que la fiesta litúrgica de San Sebastián en el Táchira sólo sea reconocida por sus “ferias y por manifestaciones que muchas veces terminan reñidas con los criterios del evangelio”.
Así mismo el Prelado reflexionó recordando la vida del mártir San Sebastián que no renegó de su fe, y por ello fue martirizado. Indicando que “hoy, nos conseguimos con muchos hermanos que están sufriendo el menosprecio de su dignidad, cualquiera que sea su condición social y credo; hoy se pueden conseguir nuevos ‘Sebastianes’ condenados a recibir los dardos que le causan, a lo mejor no la muerte física, pero sí la muerte moral. O también a quienes se les impide vivir, trabajar y desarrollar una vida llena de honestidad, de superación personal y de calidad moral y espiritual”.
Manifestó el Obispo que esos nuevos “Sebastianes”, entre otros, los hallamos “en tantos médicos que están dando lo mejor de sí para atender, sin los recursos que por justicia deben tener, a los enfermos de covid y de otras enfermedades y que deben guardar silencio so pena de ser descalificados o destituidos y hasta detenidos”.
Se pregunta el Obispo ante esta realidad de la crisis sanitaria, migratoria, económica, educativa, de corrupción: ¿Cuál es la actitud?, y se responde haciendo referencia a la “valentía creativa” que plantea el Papa Francisco en la reciente Carta Apostólica dedicada a San José.
“Valentía no significa ni envalentonamiento ni pensar que, por tener cierto acceso al poder, se puede hacer lo que venga en ganas. No. La valentía implica, ciertamente la humildad para saber actuar con la fuerza y la inspiración de Dios, pero sin temor, con decisión y con ánimo”.
Finalizó el Obispo pidiendo al “valiente Capitán”, San Sebastián, su intercesión. Anunció además que en la medida de lo posible en los próximos días se efectuará una procesión con la imagen del mártir por la ciudad implorando el fin de la pandemia y la salud de los enfermos. (Prensa DiócesisSC)