Fabiola García Gamboa tiene nueve años elaborando postres, sus inicios se gestaron en Delicias, municipio Rafael Urdaneta, junto a una compañera, posteriormente migraron a Rubio, municipio Junín y desde hace un mes y quince días mantiene un punto de atención y servicio en la comunidad de Santa teresa, en el municipio San Cristóbal. Esta travesía ha sido parte de una transformación en sus productos que hoy día, son conocidos, degustados y recomendados.
García es ingeniera industrial y durante veintisiete años ha sido parte de la empresa eléctrica del Estado, sus responsabilidades nunca han mermado la pasión de los postres, una herencia de mamá, Ana, es parte de un todo con el cual desarrolla su vida como madre, esposa, hija, compañera y emprendedora.
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Y es la faceta de emprendedora la que ha desarrollado en casi una década, lo que ha significado una parte integral de su vida, puesto que afirma que este trabajo, es parte esencial de su desarrollo como persona ya que la alegría se refleja en cada creación que presenta para quien quiera degustar.
“La idea nació en Delicias (municipio Rafael Urdaneta) junto a una compañera de trabajo quisimos tener un ingreso adicional y nos motivamos a preparar dulces y mi mamá me apoyaba en esta idea porque ella conocía el procedimiento”.
El inicio se gestó con la elaboración de tres tipos de dulces el manjar de coco, piña y parchita, pero como en la zona de Delicias se cultiva el durazno cambiaron la parchita, una acción muy afortunada que fue generando consumidores de su producto el cual desborda de gusto, calidad y sabor.
“Luego comenzamos a diversificar la producción con la elaboración de tortas y fuimos creciendo poco a poco (…) eso nos llevó a aventurarnos y nos fuimos a Rubio (municipio Junín) al mercado municipal y montamos nuestros productos en las adyacencias del mercado (…) posteriormente conseguimos un sitio en el mercado y hasta la fecha estoy ahí, mi socia se quedó en Delicias”.
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García se enorgullece al aclarar que su producto ha marcado la diferencia en cualquiera de los lugares donde se ofertan y prueba de ello fue su presencia en Rubio donde el consumo de sus postres va creciendo exponencialmente.
“En el mercado de Rubio fuimos un boom ya que llegamos a vender más de cuatrocientos dulces en un día (…) con este antecedente creé mi emprendimiento Miss Sugar y comencé a realizar distintos cursos para mejorar la elaboración del producto todo de manera artesanal”.
Para la ingeniera que se reinventa día tras día con su emprendimiento fue el consejo de sus amigos y consumidores de los postres quienes le impulsaron para que comenzará a producir una parte de sus postres y ofrecerlos en un nuevo punto, esta vez en su casa materna.
“En mi punto de venta de San Cristóbal (Sector Santa Teresa) tengo mes y medio y solo vengo los domingos con el tiempo espero venir muchos más días en la medida en que se desarrollen mis ventas”.
Emprender
Aduce que la producción sola no basta para que el emprendimiento se mantenga, también existen, a su parecer otros factores por los cuales se mantiene en un mercado tan competitivo en la región.
“Las personas que quieran emprender tiene que tener mucha constancia, mejorar la atención al público ya que atender a las personas es muy importante, llegar a las personas, enseñar el producto con cariño, ser cortés y gentil (…) hay que endulzar a las personas ese es mi lema para que todos se sientan atraídos por los productos que ofrecemos, además de la limpieza y el orden”.
Carlos A. Ramírez B.