La parroquia San Emigdio en el municipio Capacho Viejo, fue visitada por monseñor Juan Alberto Ayala, obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal, en el marco de la celebración de las fiestas patronales.
La eucaristía en honor al santo patrono de la comunidad fue presidida por monseñor Ayala y concelebrada por el párroco Renato Cortés, y el vicario Henry Hernández quienes llamaron a la concordia en torno a la necesidad de ser fieles al Señor y, por ende, a todos los preceptos de la Iglesia que buscan, en todo momento, el bienestar de sus fieles.
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Monseñor Ayala reiteró que todos los católicos deben confiar plenamente en los designios de Dios, puesto que, con ello, se acrecienta la fe y se forjan como seres humanos de bien, una situación que redundará en la vida de todos como hermanos.

Recordó la parábola de los tesoros: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:19-34)

El pastor diocesano agradeció a todos los que hicieron posible esta celebración desde las autoridades municipales hasta los párrocos y el pueblo de Dios que en una sola voz enaltecen los valores de la Iglesia colmados de fe y esperanza.
Sacramento de la confirmación
En laparroquia San Gabriel Arcángel, de San Lorenzo, en El Piñal fue administrado el sacramento de la confirmación a 87 jóvenes del sector quienes forman parte del numeroso grupo de servidores que con entrega mantienen activa las actividades de la Iglesia como premisa indiscutible para adorar a Dios.

Monseñor Ayala administró el sacramento en compañía del párroco Ángel Pérez, el presbítero Daniel Sánchez y el diácono Víctor Ortiz. Durante la celebración de la eucaristía reiteró la necesidad de reforzar la fe a través de las buenas obras y mantenerse lejos de los caminos sinuosos que los alejan de Dios.

Hizo un llamado a todos a ser valientes, a no tener miedo, a defender, a estar, a creer y venerar a Dios como único aliciente para conquistar la vida eterna.




Prensa DSC
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