Con motivo del413 aniversario del milagro del Santo Cristo de La Grita, el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, reflexionó sobre el significado del mes de agosto para los tachirenses desde el punto de vista de la fe, señalado que es un mes de peregrinación que nos invita a recordar que estamos invitados a caminar con, y hacia el Señor.
“El Santo Cristo es un ícono de la fe y de la vida cultural, para nosotros lo importante es que desde hace más de 400 años su presencia ha guiado el caminar, la vida del pueblo tachirense y del pueblo venezolano. Es una de las manifestaciones más sentidas desde el punto de vista de lo religioso y también desde el compromiso de la Iglesia, en Venezuela y en muchas partes” expresó el pastor diocesano.
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Comentó que la peregrinación, bien sea para La Grita a adorar al Señor del rostro sereno, o sea para Táriba, a venerar a nuestra Señora de la Consolación, es el tiempo en el que, sin dejar de hacer lo que nos toca que hacer, manifestamos esa condición de peregrinos que todos tenemos.
“Cuando llegué aquí hace 24 años ciertamente me impresionó la cantidad de gente que iba a La Grita y también a Táriba. Con el trabajo de los sacerdotes, de los laicos, hemos visto que esto ha crecido de manera que ya no es solo gente del Táchira, sino de toda Venezuela y también ahora de Colombia, la que se acerca para rendir homenaje al “Cristo gocho” del rostro sereno.
Peregrinación
Monseñor aprovechó para reflexionar sobre el significado de la peregrinación para los cristianos, explicando que “es una forma de recordar de una manera muy especial, en un tiempo determinado que nosotros estamos, como dice San Pablo, en el camino de la salvación. Peregrinar no es una excursión. Peregrinar no es un acto deportivo, es un acto eminentemente religioso, aun cuando a lo mejor nos vistamos de manera cómoda para el recorrido”.
Añadió que algunos aspectos que distinguen este andar, es que “los peregrinos, aun cuando se visten deportivamente, no se visten escandalosamente sino con dignidad, y cuando llegan a ambos lugares, van directo a orar y a encontrarse con el Señor. Por eso, la peregrinación tiene el significado de recordarnos que a lo largo de nuestra vida vamos camino al encuentro del Señor”.
Intenciones
El pastor diocesano manifestó que este año, las intenciones a colocar a los pies de Nuestro Señor, son el primer lugar, las de toda la gente devota que le honra y celebra. Luego, desde el punto de vista comunitario la paz, la justicia, la dignificación de las mujeres y los hombres de Venezuela, recordando que Él como lo decía el cantautor nicaragüense, es el Dios de los pobres, Dios humano, sencillo, con el cual nos identificamos.
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Finalmente, desde el punto de vista de la Iglesia, Monseñor manifestó su deseo de que en el Táchira se siga anunciando el evangelio, se siga edificando el reino de Dios “Este año tenemos que pedir para que haya justicia, existen muchos problemas, muchas mafias destinadas a romper la armonía de la familia, muchas ideologías que están en contra de la familia; que el Señor nos dé no solamente inteligencia y sabiduría, sino valentía porque Él fue valiente, aun cuando sintió miedo en Getsemaní, fue valiente y lo venció hasta cargar la cruz, sabiendo que iba a morir pero con una decisión que lo llevó después a la resurrección”.