El Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa expresó a Vatican News su profunda gratitud por haber conocido a León XIV, a quien considera un hermano y un líder con visión clara, tanto desde su rol en la Orden de San Agustín como en el Dicasterio de los Obispos. El prelado subrayó su perfil como hombre metódico, pastoral y abierto al diálogo, y destaca su fuerte vínculo con América Latina, asimismo recordó momentos personales significativos junto al nuevo pontífice, como su presencia en su ordenación episcopal en 2004.
En su mensaje al Pueblo de Dios, Mons. Ulloa instó a acompañar al Papa no solo con oración, sino con coherencia de vida y compromiso con una Iglesia evangélica, sencilla y servidora, comenzando por los propios obispos y consagrados.
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El agustino, arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, ha conocido a Prevost
Ha sido una bendición conocer como un hermano al ahora Papa León XIV, él fue también mi superior como General de la Orden, y mi superior en el Dicasterio de los Obispos, y ahora nuestro superior como Sucesor de Pedro.
Lo conocemos desde hace más de 30 años, con él trabajamos juntos en la renovación de la Orden en América Latina, también tuve la dicha que pudo asistir a mi ordenación episcopal en el 2004, a mi toma de posesión también como arzobispo de Panamá y yo pude ir también a su ordenación episcopal en Chiclayo, y luego cuando el Santo Padre Francisco lo creó cardenal. Entonces durante todos estos años, nos hemos visto siempre que he venido a Roma y coincidíamos en su periodo de Padre General y en estos dos últimos años, en su misión que tenía como cardenal Prefecto del Dicasterio para los obispos.
Es un gran hombre, creador de puentes, dialogante, pero también con ese deseo de que las cosas en la Iglesia sean más claras. Esto es importante. Él siempre lo ha dicho, todo agustiniano tiene que vivir esta realidad, es el sentir con la Iglesia, trabajar allí donde la Iglesia lo necesita.
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Por eso yo, desde la perspectiva no sólo agustina sino también de la Iglesia Latinoamericana, creo que tenemos que escuchar lo que el Espíritu nos dice, el compromiso que la Orden de San Agustín tiene para cada uno, para reformarse, renovarse, y para la Iglesia Latinoamericana.
Nosotros, los agustinos, tenemos que ser como pioneros, un espejo donde la Iglesia universal también pueda mirarse y esto nos compromete a todos, especialmente, estoy convencido que el cambio empieza por nosotros los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, y desde aquí ser una luz en medio de la oscuridad que pueda vivir el mundo, así apoyamos al Papa y también con nuestra oración y es la mejor forma de apoyar a Papa León XIV siendo coherentes. El continente latinoamericano ya lo decía san Juan Pablo II, era el continente de la esperanza y eso compromete también.
¿Cómo ha sido trabajar con él con y para la Iglesia?
Primero que es un hombre metódico, no podemos olvidar que es matemático, canonista, pero con un corazón pastoral. Esas oportunidades que tuvimos hace muchos años, él tenía claro los conceptos y hacia dónde se tiene que ir. Y así sucederá con su pontificado. Esta nueva gran historia que él lleva, poniéndola al servicio de la Iglesia universal. También esperamos nuevo tiempos, pero también creo es importante la apertura a los nuevos cambios que el Papa León quiere presentar a la Iglesia universal.
Vía Vatican News