En el mes de agosto la Iglesia celebra a la Madre de Dios bajo la advocación de Nuestra Señora de Los Ángeles, devoción que se originó según la tradición, en Italia por la obra de San Francisco de Asís.
La biografía del santo refiere que en un momento de oración, vio al Señor acompañado de la Santísima Virgen quien estaba rodeada de ángeles. Esta visión tuvo lugar en una pequeña iglesia llamada La Porciúncula, que fue consagrada a María de Los Ángeles el 2 de agosto de 1215.
En la ciudad de La Grita, la devoción se difundió a partir del año 1579 en el convento de Santa Clara que era regentado por los frailes franciscanos, precediendo esta piedad mariana a la manifestación milagrosa de la imagen de su divino hijo el Santo Cristo del rostro sereno.
Hacia el año de 1830, en parte del terreno del convento de Santa Clara se construyó una capilla modesta en la cual se realizaban los servicios religiosos para la comunidad. En 1852, Monseñor Juan Hilario Bosset, obispo de Mérida erigió la parroquia, asignándole el nombre de Nuestra Señora de Los Ángeles.
Morada
El amor y la cercanía de los fieles gritenses a Nuestra Señora se han arraigado con el pasar de los años, siempre vinculados a los acontecimientos en torno al templo que le alberga. Es así que en su intención de ofrecerle un recinto digno; religiosos y laicos han perseverado en sus esfuerzos hasta cristalizar la iglesia actual. Cabe repasar algunos episodios de la historia.
En 1860, Monseñor Bosset visitó la iglesia y animó al párroco a expandir el templo. La capilla fue demolida y se inició la construcción de una nueva estructura, culminándola en el año 1881.
En el año 1923 fuertes temblores debilitaron la Iglesia que se mantuvo así hasta 1952, cuando el párroco Monseñor José Teodosio Sandoval, con el permiso de las autoridades eclesiásticas derriba el templo e inicia la construcción de una nueva iglesia “una esbelta pero regia obra gótica”.
Fue así como el 31 de julio de 1969, el tercer Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Alejandro Fernández Feo, consagró el templo donde hoy se venera a la Madre de Misericordia.
Imagen
Sobre la imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles, Juan Alberto Sánchez García en el artículo “Misterios de una Virgen” (2020), refiere que la talla original que se veneró en el convento de Santa Clara fue una de las primeras traídas a América, formando parte del “equipaje espiritual” de los Franciscanos, de manera que se registra su llegada a La Grita en el año 1579.
Sánchez menciona que hacia el año 1779, cuando los frailes se retiraron del convento de Santa Clara, quisieron llevar consigo la efigie, sin embargo, la feligresía realizó una colecta y logró preservar la reliquia que había acompañado al pueblo durante 200 años.
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Para el año de 1819, el día 16 de agosto, el presbítero Marcos Pernía Cárdenas convocó a los fieles para bendecir una nueva imagen, traída de España.
Sobre esta figura, las crónicas narran que fue trasladada en hombros desde Maracaibo, junto con la talla de Nuestra Señora de La Regla, que tenía como destino la ciudad de Tovar (Mérida) y como hecho curioso describen que fueron confundidas y depositadas en los templos equivocados. Entonces se comenzaron a escuchar fuertes ruidos y golpes en las iglesias de Tovar y La Grita.
Cuando se descubrieron las imágenes y se evidenció la confusión, cada una fue llevada a su lugar, con lo que cesaron los inexplicables sonidos.
Devoción
La representación de Nuestra Señora de Los Ángeles es una escultura de tamaño natural, con un hermoso y dulce rostro, es la patrona de la ciudad de La Grita, depositaria de la devoción de un pueblo que clama su intercesión y recibe su bendición.
En el año 1992, el presbítero César Arellano fue designado Párroco de Nuestra Señora de Los Ángeles, y en atención al fervor de los creyentes editó la primera novena en honor a esta advocación mariana. La segunda edición de esta secuencia de oración fue publicada en el año 2004.
José Ramón Chacón es integrante del grupo de apostolado de la Sociedad de Nuestra Señora de Los Ángeles y comenta que la devoción ha sido resguardada por generaciones de familias desde el siglo XVII. Señala que esta herencia la mantienen hoy día los señores Ana María y Miguel Ángel Guerrero, así como Gilberto Méndez.
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Chacón destaca como un hecho muy significativo para la devoción a Nuestra Señora, la Coronación Canónica concedida por el Papa Benedicto XVI en el año 2009, cuando se cumplieron 430 años de su veneración.
A partir del año 2019, se inició la tradición de hacer la bajada solemne del altar para dar inicio a su fiesta patronal. Ese mismo año, en decreto emitido por la Alcaldía de Jáuregui, Nuestra Señora fue nombrada patrona del municipio.
Entre los milagros y favores que conoce Chacón, resalta la liberación de una pareja que estaba secuestrada en una montaña y sintieron la presencia de nuestra Madre Virgen de los Ángeles al momento de su liberación. Cuenta que la Virgen estuvo vestida con el traje que usó la señora cuando se casó y al momento de cambiarla, el vestido estaba lleno de hojas de las plantas donde ella había estado cautiva, lo que confirmó la compañía de la Virgen durante ese trance.
“Otro milagro, de una amiga que no podía tener hijos y comenzó a pedirle a ella por este favor hoy en día tiene 2 hijos y le ofreció a ella el velo de novia que usó en su matrimonio y así como ella son muchas personas que ofrecen vestidos, velos e implementos que la imagen luce en su festividad y durante el año”, narra José Ramón Chacón.
Para finalizar, el presbítero Delvis García, rector del Santuario Diocesano del Santo Cristo, resaltó que la fe del pueblo de la Grita se desborda en el mes de agosto con la celebración de las fiestas patronales, hecho que tiene un momento muy emotivo, cuando en las procesiones, se encuentran las dos imágenes, como la madre que recibe al hijo”.
Ana Leticia Zambrano