La Iglesia católica en Perú rechazó los hechos de violencia que se han registrado en los últimos días, los cuales a la fecha han dejado un saldo de 12 personas muertas y decenas de heridas en el departamento de Puno.
Se reprueba “profundamente la muerte de los compatriotas fallecidos, doce hasta el momento, así como los heridos civiles y policías de la Región y Departamento de Puno”, reza el escrito.
Las autoridades eclesiásticas hicieron llegar sus más sinceras condolencias a los familiares de los fallecidos.
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Los obispos lamentaron que la ola de violencia se haya desprendido del hecho de limitar la protesta y el uso desmedido de la fuerza por parte de los organismos de seguridad.
“Ambas situaciones – explican los pelados – son condenables y en ambas se debe, prontamente, individualizar a los responsables” dice el comunicado.
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“Necesitamos distinguir los justos reclamos de otros que no permiten un diálogo racional. No podemos dejar que el Perú se destruya por nuestras propias acciones ni dejarlo caer en un abismo institucional”
Los obispos invitan al Gobierno del Perú “a detener, urgentemente, la violencia” y las muertes independientemente de donde vengan. Piden asimismo al Ministerio Público y al Poder Judicial que las investiguen y sancionen a los responsables. Y que el Congreso tome “las decisiones que exige la coyuntura y la paz social del país”.
Con información de Vaticans News