Oliva Cruz de Rodríguez, una mujer que cumple un centenario este 25 de octubre, manifiesta estar muy feliz y agradece las bendiciones que Dios le ha otorgado a lo largo de 100 años.
Nacida en Chinacota, en el departamento de Norte de Santander, llegó al estado Táchira muy pequeña. Superó las vicisitudes de la época.
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A los 19 años se casó y tuvo nueve hijos. Mantiene buenos recuerdos de su esposo, Evelio Rodríguez, a quien consideró un buen vecino, marido y padre. Su matrimonio duró 77 años.
“Yo soy feliz, creo en Dios y la Virgen y oro todos los días. Estoy contenta con toda la familia que tengo”, expresó.
Muy devota de la Divina Misericordia, asiste a la Iglesia cuando sus hijos la trasladan. Reza sagradamente el rosario y pide a diario por su familia.
Asegura no sentirse vieja y espera poder cumplir muchos más años para seguir compartiendo con su familia.
Oliva es familiar del exdirector del Diario Católico, el presbítero Laureano Ballesteros.
Relató que cuando era joven, el agua no llegaba a la casa, se traía agua de una fuente que quedaba muy distante. tiempos en los que se reunían a comer del mismo caldero. Era la comida fuerte del día.
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“Mi papá era un hombre trabajador muy inteligente, vivíamos felices. Él cuidaba una casa con mucho terreno para la siembra, cuando la cosecha era buena lo acompañamos al pueblo para la venta, esto nos permitía la subsistencia medianamente digna junto a mi hermano y mi abuela”, expresó.
Su papá sabía hacer de todo, era agricultor, albañil, barbero, carpintero, hacia trapiches manuales.
Afirmó que sus muñecas eran de palo, le pintaba los ojos y tomaba las tijeras de su padre a escondidas y les hacía vestidos de papel.
“La mayor parte del tiempo estábamos en la casa, primero hacíamos los oficios, cargamos leña, traíamos el agua, cocinamos y luego si nos daba tiempo jugábamos. mi hermano y yo hacíamos arreglos de altares con flores. Había rosas, todas tan hermosas de muchos colores, estaban en el patio. y el araguaney siempre amarillo”, expresó.
Recordó que su papá en sus ratos libres les enseñaba la doctrina y los llevaba al pueblo vestidos de nazarenos para acompañar la procesión en época de Semana Santa.
A la edad 19 años fue en la ciudad de Rubio cuando vio por primera vez a Evelio quien fue su compañero de vida por 77 años y el padre de sus nueve hijos; Beatriz Apolinar, Gexi ,Aura Miriam ,Gladys, Cheo, Gregorio y Marcos .los tres primeros nacieron en Río chiquito.
“Hoy en día a mis 100 años tengo que hacer unos esfuerzos para sentirme mejor, lo único que me duelen son las piernas. Me hace feliz ver a mis hijos sonreír unidos. pido a Dios la cercanía de toda la familia. Doy gracias a Dios porque no me falta el amor y la compañía de mis 9 hijos ,mis 30 nietos, 42 bisnietos y 8 tataranietos”, acotó.
Maryerlin Villanueva