El 03 de Noviembre día en que la Iglesia celebra a San Martín de Porres, fue ordenado presbítero en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen ubicada en el municipio Uribante el joven Dehivis Enrique Márquez Mora, oriundo de esta localidad.
Los ritos de ordenación sacerdotal estuvieron presididos por Mons. Mario Moronta Obispo de San Cristóbal junto a su Obispo auxiliar Juan Alberto Ayala, sacerdotes del presbiterio Diocesano, familiares, amigos, el Sr. Alcalde del municipio y autoridades civiles.
En su homilía el Obispo reflexionó sobre dos gestos litúrgicos dentro de la ordenación sacerdotal: la imposición de manos y el abrazo de la paz que se le da al nuevo sacerdote.
Según explicó Mons. Moronta el rito de imposición de manos » es imprescindible y constituye el centro formal de la ordenación presbiteral (y diaconal, según sea el caso).
La razón de ser de este rito hay que tenerlo muy en cuenta: es la manifestación pública de tres cosas: la incorporación del ordenando en el Presbiterio diocesano, la reafirmación de la fraternidad sacramental y la dedicación en comunión con el Obispo y los hermanos presbíteros al servicio del pueblo de Dios. »
También comentó que el abrazo de la paz como un segundo gesto de carácter sacramental viene vinculado al sentido de pertenencia a la fraternidad sacerdotal » No es un momento para felicitarlo, como podrá hacerse posteriormente. Es mucho más profundo el sentido y significado de este gesto: se suele besar sus manos recién ungidas con el crisma y un abrazo fraterno. Es así como se determina públicamente que el neo-sacerdote ya pertenece al Presbiterio y forma parte de la comunión »
Al concluir la homilía el prelado invitó al pueblo de Dios a pedir la intercesión de todos los santos a través del canto de las letanías, ungió a Dehivis con el Santo Crisma, asimismo lo revistió con los ornamentos propios del presbítero.
El padre Dehivis Márquez recibió su primera obediencia como Vicario Parroquial en la Basílica menor Espíritu Santo en La Grita.
Al final de la Santa Misa el neo presbítero agradeció a sus amigos, familiares por su apoyo durante el proceso de formación sacerdotal y realizó una consagración a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, para que le ayude y proteja en su vida sacerdotal. (PrensaDiocesisSC)