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El Papa Francisco dirigió un video mensaje con motivo del Simposio (en parte online) que se celebra hoy y mañana en la Casina Pío IV, en la Ciudad del Vaticano, para el lanzamiento de la Misión 4.7 y del Global Compact on Education (Pacto Mundial sobre la Educación), sobre el tema «La educación es un acto de esperanza». A esta reunión, patrocinada por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales y por la ONU, participan líderes de movimientos juveniles de todo el mundo y expertos en la materia.
El primer día del Simposio está dedicado a la puesta en marcha de la Misión 4.7, relacionada con la aplicación del 4°objetivo de la Agenda de las Naciones Unidas 2030 para el desarrollo sostenible («Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover las oportunidades de aprendizaje continuo para todos») y de su punto 7 («una educación orientada a un desarrollo y un estilo de vida sostenible, a los derechos humanos, a la igualdad entre los géneros, a la promoción de una cultura pacífica y no violenta, a la ciudadanía global y a la valoración de las diversidades culturales»), en sinergia con el Pacto Mundial sobre la Educación, puesto en marcha por el Papa Francisco.
Superar la actual globalización de la indiferencia
En su mensaje el Santo Padre Francisco afirma que “no existe la educación estática” y que la reunión de este día “es un acto de esperanza y solidaridad generacional, de esperanza y solidaridad intergeneracional”.
Los jóvenes líderes y los educadores globales se están reuniendo desde todas partes del mundo para promover un nuevo tipo de educación, que permita superar la actual globalización de la indiferencia y la cultura del descarte. Dos grandes males de nuestra cultura, la indiferencia y el descarte.
Una crisis educativa sin precedentes
Al destacar que este año se ha caracterizado por un “extraordinario” sufrimiento a causa de la pandemia de COVID-19; durante el que no ha faltado el aislamiento obligado y la exclusión, la angustia y las crisis espirituales, sin olvidar las tantas muertes, el Papa afirma que también se ha producido “una crisis educativa sin precedentes”.
Por esta razón el Pontífice les dice a quienes se han reunido hoy en este acto de esperanza “para que los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda, digamos así, una nueva buena onda de oportunidades educativas basadas en la justicia social y en el amor mutuo, un nuevo pacto global para la educación lanzado ya en octubre con alguno de los presentes”.
Las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única
El Papa afirma que “las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación”. Y tras citar el mensaje de reconocimiento de San Pablo VI a las Naciones Unidas, agrega textualmente:
“En el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible – dice también el Santo Padre – está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana”. Tal como el pacto global para la educación, así también fundamentalmente, el ODS 4 compromete a todos los gobiernos a “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, como asimismo promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, y esto para todos”.
No olvidar a los ancianos y abuelos
Y antes de agradecer por lo que hacen y de pedir que no se olviden de rezar por él, el Papa concluye recordando que en este Pacto Global para la Educación y la Misión 4.7 “trabajarán juntos por la civilización del amor”.