En la audiencia dada a los representantes de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (Confemel) el Papa León XIV refirió el testimonio del beato venezolano José Gregorio Hernández, quien será canonizado el 19 de octubre, mencionándolo como un buen ejemplo para ellos.
La nota de prensa publicada por la Santa Sede ofrece detalles sobre el encuentro del Papa con los galenos, donde reflexionó sobre el ejercicio de la medicina, destacando la centralidad de la relación médico-paciente, frente a los desafíos tecnológicos.
Lea también: León XIV insta a promover políticas de reconciliación
León XVI señaló como “fuente de inspiración para la CONFEMEL, a una importante figura de América Latina que “supo dedicar su vida al bien de sus pacientes”: el beato José Gregorio Hernández Cisneros, uno de los médicos más conocidos en Venezuela a inicios del siglo XX (…) “Lo considero un buen ejemplo para ustedes”, afirmó el Papa, “pues supo compaginar su alta competencia médica con su dedicación a los más necesitados, lo que le valió el título de ‘médico de los pobres’”
El Pontífice quiso subrayar que, en la medicina, más allá de las herramientas técnicas, lo que verdaderamente sana es la relación personal entre médico y paciente. Una cercanía que, según recordó, ninguna inteligencia artificial puede reemplazar: “El algoritmo nunca podrá sustituir un gesto de cercanía o una palabra de consuelo”.
El Papa enmarcó su reflexión en la memoria litúrgica de los Santos Ángeles Custodios. Así como ellos acompañan y protegen, dijo, los médicos están llamados a cuidar y velar por la salud de cada persona. Retomando a san Agustín, recordó que Cristo mismo es médico y medicina, palabra y carne que sanan: “El diálogo, la comunicación y el contacto físico siempre han de estar presentes en la relación terapéutica”.
Esperanza
De cara a los desafíos que plantea la inteligencia artificial en el ámbito sanitario, el Sucesor de Pedro animó a los profesionales a acoger las oportunidades de estas nuevas herramientas, pero sin perder la esencia de su misión: “Pueden y deben ser una gran ayuda para mejorar la asistencia clínica, pero nunca podrán ocupar el lugar del médico, porque ustedes son, como decía el Papa Benedicto XVI, reservas de amor, que llevan serenidad y esperanza a los que sufren”.
El Papa concluyó invitando a los médicos de CONFEMEL a mantener la esperanza y a vivir su vocación como un camino de servicio y acompañamiento, poniéndolos bajo la intercesión de Cristo y de la Virgen María, Salud de los enfermos. Y con tono cercano, reiteró la centralidad de la relación médico-paciente: “Esa relación y esa posibilidad de vida y esperanza que ustedes también ofrecen a todos sus pacientes, a todos los enfermos”.
Vatican News