Fe creída, Fe vivida
Laudato si: UNA ECOLOGÍA INTEGRAL (IV parte)
Pbro. Jhonny Zambrano
Laudato Si nos da una respuesta. Es aquello que abarca todas las dimensiones del ser humano y la ECOLOGÍA, que «integra el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea (divina, humana y el ambiente)» (LS 15).
No podemos considerar la naturaleza como algo separado de nosotros, estamos incluidos en ella, es mas, somos parte de ella (Cfr. LS 139). Por ello, es fundamental buscar soluciones integrales desde la interacción entre los sistemas naturales, y entre estos con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino UNA CRISIS SOCIO-AMBIENTAL ÚNICA Y COMPLEJA .
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¿QUÉ PARADIGMA DA RESPUESTA A ESTA CRISIS?
La ecología integral se convierte así en el paradigma capaz de mantener juntos los fenómenos y los problemas ambientales (calentamiento global, contaminación, agotamiento de recursos, deforestación, etc.), con cuestiones que normalmente no son asociados a la ECOLOGÍA en sentido estricto, como la habitabilidad y la belleza de los espacios urbanos o la sobrepoblación del transporte público.
Esta idea, de LAS CUESTIONES AMBIENTALES, SOCIALES Y HUMANAS, están en intima relación, «dado que la ecología integral es inseparable de la noción del bien común» (LS 156), es decir, se concreta en la vida cotidiana al tener que elegir solidariamente por «una opción preferencial por los más pobres» (LS 158) y el deseo de abandonar un mundo sostenible para las próximas generaciones. De hecho, «vivimos y actuamos a partir de una realidad que nos ha sido previamente dada, que es anterior a nuestras habilidades y nuestra existencia.
¿QUÉ RIESGO TRAE ESTA PROBLEMATICA?
Dejar a futuro un mundo dañado ambientalmente y empobrecido en sus culturas, ya que la visión consumista del ser humano «tiende a homogeneizar culturas y debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad». Por lo tanto, surge la necesidad de «asumir la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así comprender que el desarrollo de un grupo social presupone un proceso histórico dentro de las comunidades sociales locales a partir de su propia cultura».
En consecuencia, «ni siquiera se puede imponer la noción de calidad de vida, sino que debe incluirse dentro del mundo de los símbolos y costumbres propios de cada grupo humano» (LS 143). La desaparición de una cultura, y aquí el Papa expresa toda la disposición humanista que pretende darle a su razonamiento, «puede ser tan grave o más que la desaparición de una especie animal o vegetal» (LS 144).
Ley Moral
La verdadera ecología humana implica la relación indispensable de la vida del ser humano con la ley moral inscrita en su naturaleza para un entorno más digno (Cfr. LS 154). Así podrá construir un mundo de acuerdo a su naturaleza capaz de buscar el bien común «un principio que desempeña un papel central y unificador en la ética social» (LS 155). Este respeto aplica también a nuestro cuerpo; se puede decir que «la aceptación del propio cuerpo como un don de Dios es necesaria para aceptar y aceptar el mundo entero como un regalo del Padre y un hogar común; en cambio, una lógica de dominación sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominación sobre la creación» (LS 154).
ALGUNAS ORIENTACIONES
En el V Capítulo de LS, el Papa cuestiona: «¿Qué podemos y debemos hacer como individuos y como comunidades políticas? ¿Y qué se piden a las instituciones internacionales para que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos hundiendo?» (LS 162)
El Santo Padre identifica el DIÁLOGO como el medio para encontrar posibles soluciones que van más allá del análisis y quejas. Ante problemas que no pueden solucionarse por países individuales, es necesario encontrar un CONSENSO GLOBAL que conduzca, por ejemplo a: planificar una agricultura sostenible y diversificada, desarrollar formas de energía renovables, fomentar una mayor eficiencia energética, promover una gestión más adecuada de los recursos forestales y marinos, garantizar que todos tengan acceso al agua potable (Cfr. LS 163).
Instrumentos Eficaces
El Pontífice aboga por acuerdos sobre medios e instrumentos eficaces de GOVERNANCE GLOBALE (Cfr. LS 175) que son imparciales y dotados de poderes sancionadores, con el objetivo de proteger el medio ambiente (Cfr. LS 174). Por otra parte, mirando al pasado Francisco no duda en formular un juicio sobre las CUMBRES MUNDIALES SOBRE EL MEDIO AMBIENTE, afirma: «no cumplieron con las expectativas, porque debido a la falta de decisión política, no lograron acuerdos ambientales globales verdaderamente significativos y efectivos» (LS 166).
La solución no puede llegar por si sola, «el medio ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o promover adecuadamente» (LS 190) porque pertenece a la amplia «gama de los llamados bienes comunes globales» (LS 174). Es una clase de recursos y servicios que no son ni públicos ni privados.
Se insiste en la necesidad de PROCESOS DE TOMA DE DECISIONES honestos y transparentes, que prevean el intercambio de información correcta y completa que permita a las comunidades participar en ellos (Cfr. LS 185). Esta es la condición para DISCERNIR qué políticas e iniciativas empresariales pueden conducir a un «verdadero desarrollo integral» (LS 185). «EL POLÍTICO que seguirá este camino dejará, después de su paso en esta historia, un testimonio de generosa responsabilidad» (LS 181).
LA CREATIVIDAD
Capaz de hacer que la nobleza de los seres humanos permita el uso de la inteligencia con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sostenible y equitativo, en el marco de un concepto más amplio de calidad de la vida.
REORIENTACIÓN DE LA ACCIÓN Y EL PENSAMIENTO
Para cambiar el modelo de desarrollo global, reflexionando sobre el sentido de la economía con responsabilidad, corrigiendo sus disfunciones y distorsiones, es replantear los procesos, es redefinir el progreso. (Cfr. LS 193, 196).
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LS tres principios éticos
EL DIÁLOGO Y LA ACCIÓN involucra tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional (Cfr. LS 15), UN CONSENSO GLOBAL que conduzca, por ejemplo, a planificar una agricultura sostenible y diversificada, a desarrollar formas de energía renovables y no contaminantes, a estimular una mayor eficiencia energética, a promover una gestión más adecuada de los recursos forestales y marinos, a garantizar todo acceso a agua potable (Cfr. LS 163) y llegar a ACUERDOS sobre formas e instrumentos eficaces de gobernación global imparcial y dotados de poderes sancionadores, en vista a la protección ambiental