La Renovación Carismática Católica celebra 50 años de presencia en Venezuela, recordando cómo en el primer retiro, celebrado en la ciudad de Caracas en la casa de los Sacerdotes Jesuitas con la participación de sacerdotes y religiosos, se encendió la llama que posteriormente se extendió por todo el territorio, y que hoy día ha dado tantos frutos de bendición y formación, para la gloria de Dios.
El presbítero Mauricio Sánchez, asesor Diocesano de la Renovación Carismática Católica (RCC), sustituye a Monseñor Roberto Arellano (+) en la labor de orientar y acompañar lo que fervorosamente llaman la “corriente de gracia”. El sacerdote explica que la RCC busca la luz del Espíritu Santo basada en la Palabra de Dios.
“Tiene como base la vivencia de los sacramentos, la palabra de Dios, la predicación y la oración, pero lo esencial, es la efusión y presencia de los dones y carismas del Espíritu Santo, mencionados en la Palabra en los evangelios y en las cartas de San Pablo”, comenta el padre Mauricio.
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Se dice que la Renovación Carismática Católica no tiene fecha de fundación ni fundadores, pues se atribuye a la acción del Espíritu Santo que se valió del magisterio de la Iglesia con ocasión del Concilio Vaticano II (1962-1965) para inspirar una renovación, un abrir las puertas y ventanas para dejar actuar el amor de Dios en el aquí y el ahora.
La literatura señala que los primeros retiros básicos se realizaron en Estados Unidos y de allí se propagó hacia Latinoamérica y los demás continentes. En Venezuela, luego del primer retiro celebrado en 1973 para religiosos y sacerdotes, se llevó a cabo el encuentro para laicos en la ciudad de Trujillo.
El padre Mauricio explica que la Renovación Carismática tiene dos vertientes: los grupos de oración, donde las personas se inician; y las comunidades que integran los fieles que se van formando en la oración, la alabanza, la predicación y el servicio a los hermanos.
“Les distingue la espiritualidad, la meditación de la palabra y la oración invocando la presencia del Espíritu Santo”, expresa el asesor Diocesano, quien añade que “hay un mundo de gente muy buena y bien preparada que llevan en las parroquias la catequesis y la formación”, expresó.
Pioneros
Al indagar sobre el caminar de la RCC en el Táchira, es imperativo mencionar, además, de Monseñor Roberto Arellano, a la señora Ana Teresa Duque, mujer piadosa que participó en el primer retiro de laicos en Trujillo y a partir de ese momento recorrió casi toda Venezuela para vivir y llevar este avivamiento, perseverando en la oración e implorando el discernimiento para entregar el mensaje del amor de Dios.
Recuerda que desde entonces había el deseo de incorporarse y dar resonancia a las palabras de San Juan XXIII: “Repítanse en la Iglesia los mismos prodigios como de un nuevo Pentecostés”.
Menciona la bendición que significó para la RCC en Táchira el testimonio de Monseñor Roberto Arellano: “El padre Roberto se dejó guiar totalmente con la Palabra”, fue dócil a ella y en coherencia transmitió la experiencia de vida cristiana, con profundo amor por la eucaristía, los sacramentos, la caridad con el prójimo y el amor que profesaba a la Santísima Virgen.
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A sus 94 años, la señora Teresa transmite el mensaje con la devoción y la fe más viva que nunca: “Esta corriente de gracia busca en primer lugar reconocer a Dios Padre de quien brotan cuatro grandes ríos: el primero es el amor, tan grande, que nos dio a su hijo y el segundo gran río es la misericordia que nos enseñó Jesús”.
Y continúa “Jesús vino a enseñarnos ese corazón del Padre, derramado en Él para que nosotros con el Espíritu Santo entendiéramos qué es la misericordia. Luego, los otros dos ríos que brotan del corazón del Padre son la justicia y la paz”.
Para alcanzar esta experiencia de gracia, este regalo para el alma, el instrumento de la Renovación Carismática Católica es la Palabra de Dios. Teresita Duque señala que al principio oraban pidiendo al Espíritu Santo la guía en la sagrada escritura, y así fueron comprendiendo que la guía era la lectura de cada día. “El Espíritu Santo nos mostró que podemos encontrar al Señor cada día a través de su palabra”.
Así, con esa guía, se persevera en la búsqueda de un Dios vivo y resucitado quien, fiel a su promesa, se quedó con nosotros en la Eucaristía y permanece hasta la consumación de los siglos. La invocación al Espíritu Santo, la meditación, la oración y el encuentro con el Señor en los sacramentos de iniciación cristiana (bautismo, reconciliación, comunión, confirmación, eucaristía) nos ayuda a vivir en el aquí y el ahora la presencia dulce y amorosa del Señor.
Encuentro
El padre Mauricio Sánchez finalizó diciendo que la gran celebración del aniversario de la RCC en la Diócesis de San Cristóbal será el Encuentro Regional de Oración este domingo 8 de octubre a partir de las 8 de la mañana, en el gimnasio Campeones del 97, en Pueblo Nuevo, donde está invitado todo el Pueblo de Dios a renovar el encuentro, la cercanía y la bendición del verbo encarnado, a la luz del Espíritu Santo.
Ana Leticia Zambrano