La vida humana es sagrada e inviolable: por eso los Obispos de la Conferencia Episcopal colombiana manifiestan “hondo dolor” por la violencia que “sigue destruyendo la vida de muchos hermanos y hermanas en todo el territorio nacional».
En un comunicado fechado 24 de julio, los prelados proclaman la inviolabilidad y la sacralidad de la vida humana, que es “un derecho supremo y fundamental”, “no negociable” y que “es necesario defender y asegurar para lograr un país libre y justo, reconciliado y en paz”.
El mensaje se emitió dos días antes de las movilizaciones ciudadanas que tienen lugar este viernes 26 de julio, con el fin de manifestar el rechazo por el asesinato de líderes sociales. Los prelados recuerdan la visita del Papa al país, y sus palabras sobre la violencia y la muerte, que se convierte en “herramienta”, dicen los obispos, “para proteger negocios ilícitos y para imponer por fuerza intereses o ideas particulares”.
Oración por los muertos y solidaridad con sus familias manifiestan en el inicio del mensaje, e indican su respaldo y su unión a las movilizaciones ciudadanas del día de hoy. La invitación de los prelados es a que en este día “repiquen las campanas en los templos como un llamado al compromiso de todos en favor de la vida”.
A Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Reina y Patrona de Colombia, la oración para que por su intercesión “nos conceda la paz”.
El mensaje está firmado por Mons. Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Tobón Restrepo, Arzobispo de Medellín y Vicepresidente de la CEC, Mons. Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y Secretario General de la CEC, y Mons. Juan Vicente Córdoba Villota, Obispo de Fontibón, Presidente de la Comisión Episcopal Promoción y Defensa de la Vida. (Vatican News)