En eucaristía celebrada el 14 de septiembre en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, El Santuario, se realizó la entronización de una réplica original de la imagen del Cristo de los Milagros de Buga, traída de la basílica menor del Departamento del Valle del Cauca de Colombia y que permanecerá para veneración de todos los fieles.
El párroco de El Santuario, Yorman Carrillo narró que esta advocación de Cristo, confiada históricamente a la orden los Redentoristas goza de una veneración y devoción muy especial por parte de los hermanos colombianos. Expresó que son incontables los testimonios sobre las gracias recibidas por los fieles.
Réplica exacta
El sacerdote comentó que la réplica es exacta a la talla original y se realizó a partir de un molde digital vaciado tras el escaneo realizado a la imagen durante la restauración en el año 2016. Como parte de la familia redentorista el padre Yorman solicitó autorización para usar el molde y lo envió a los talleres respectivos.
Historia
La historia del Cristo de los Milagros de Buga se remonta al año 1580 en el Valle del Cauca, Colombia. Cerca del río Guadalajara, vivía una aborigen quién, entrada ya en años tenía como oficio lavar ropa. Durante un tiempo ahorró para comprar una talla de Cristo, con la intención de venerarla en su choza.
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Cuando reunió el dinero se dispuso a hacer la compra. En ese momento vio que un vecino estaba siendo detenido a causa de una deuda. La anciana dio el dinero para pagar la deuda. Días después se encontraba en el río cuando la corriente hizo que llegara a ella una imagen tallada de Jesús crucificado. La llevó a su casa. Los testimonios señalan que progresivamente la imagen aumentó de tamaño.
El hecho atrajo a vecinos y se propagó la noticia. Comenzaron a escucharse los testimonios sobre las gracias recibidas por la oración a Cristo. Muchos tocaban la imagen y quitaban pequeños trozos a la talla, de manera que se fue deteriorando. Una persona influyente ordenó que la quemaran. Sin embargo, cuando le prendieron fuego la imagen no se quemó sino que comenzó a sudar.
En el portal de noticias Aciprensa se lee sobre este hecho: “Los devotos empapaban algodones con aquel sudor para llevarlos como reliquias y obtener curaciones. Este milagro fue comprobado y atestiguado con la gravedad del juramento por numerosas personas. Y al terminar el sudor, la Sagrada imagen se había vuelto mucho más hermosa de lo que estaba antes, y se le fue lo que anteriormente tenía de desagradable.”
Tras este milagro, la choza de la anciana se convirtió en un lugar de peregrinación. Los prodigios continuaron y los fieles comenzaron a llamarlo “El Señor de los Milagros”. Al fallecer la anciana, muy cerca de su choza se erigió una ermita. Para el año 1907 se erigió un templo, que desde 1937 fue erigido como basílica.
Devoción
El padre Yorman señaló que la imagen es un testimonio de Cristo sufriente y reflexiona que hoy día el Señor sigue siendo lastimado en los hermanos oprimidos, los pobres, los encarcelados, en los que padecen por la discriminación racial.
Ana Leticia Zambrano