Benito de Nursia nació alrededor del año 480, su padre era Eutropio, y su abuelo Justiniano Probo, cónsul y capitán general de los romanos en la región de Norcia, de la familia de los Anicia, por su parte su madre se llamaba Abundancia Claudia y era de la familia de los Reguardati de Norcia, de acuerdo a la tradición San Benito tuvo una hermana melliza, de nombre Escolástica, quien también alcanzó la santidad.
El santo es reconocido como un monje cristiano que dio inicio a la vida monástica en occidente, desde muy joven viajó a Roma para estudiar filosofía, pero debido a la precariedad de la vida que encontró, decidió, vivir en una cueva en la región montañosa de Subiaco y entregarse a la oración.
“Benito fue enviado a Roma con 12 años para estudiar junto a su hermana, pero se sintió decepcionado con la vida que encontró allí. No parece haber salido de Roma con el propósito de convertirse en ermitaño, sino solo para encontrar un lugar alejado de la vida de la gran ciudad”.
Lea también: Arciprestazgos, vicarias y comunidades eclesiales de base recibieron formación sobre el plan de pastoral 2024-2029
Luego de tres años el santo se trasladó a vivir con los monjes de Vicovaro, debido a su convicción infranqueable lo escogieron como nuevo prior, pero su exigencia generó desagrado hasta el punto de tratar de envenenarlo ante las estrictas normativas que exigía como una responsabilidad que todos debía cumplir.
“Con un grupo de jóvenes fundó su primer monasterio en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis”.
La entrega de San Benito y lo que ello significó es una muestra palpable de su férrea convicción, de allí que su medalla es una de las más buscadas por los católicos la cual está asociada a la lucha contra el mal.
Crux Sancti Patris Benedicti
Cruz del Santo Padre Benito
Crux Sacra Sit Mihi Lux
Mi luz sea la cruz santa,
Non Draco Sit Mihi Dux
No sea el demonio mi guía
Vade Retro Satana
¡Apártate, Satanás!
Numquam Suade Mihi Vana
No sugieras cosas vanas,
Sunt Mala Quae Libas
Pues maldad es lo que brindas
Ipse Venena Bibas
Bebe tú mismo el veneno.
San Benito vaticinó el día de su muerte: El 21 de marzo del año 543, estaba el santo en la Ceremonia del Jueves Santo, cuando se sintió morir. Se apoyó en los brazos de dos de sus discípulos, y elevando sus ojos hacia el cielo cumplió una vez más lo que tanto recomendaba a los que lo escuchaban: «Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo», y lanzando un suspiro como de quien obtiene aquello que tanto había anhelado, quedó muerto.
Carlos A. Ramírez B.