Nacido en el seno de una familia aristocrática galo-romana y además pagana, San Hilario recibió desde muy joven educación filosófica y literaria, pero no fue sino hasta su conversión al cristianismo cuando encontró el camino idóneo del hombre y la sensatez para adorar y creer en Dios, ello con la lectura del Evangelio de Juan, que lo acercó y le marcó en su interior el camino en su búsqueda incansable.
“Se convirtió al cristianismo por sus estudios, ya adulto, casado y con una hija, Abra. Poco después de su bautismo, el pueblo lo aclamó como obispo de su ciudad, cátedra que ocupó durante siete años, momento en el que Hilario fue desterrado a Frigia por el emperador Constancio II, que se había alineado con las decisiones del sínodo arriano de Béziers del año 356”.
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Su destierro lo aprovechó estudiando griego y afianzando sus conocimientos en la teología de los padres orientales, con lo cual escribió un texto que le asignó el título de doctor de la iglesia, pues la investigación se basó en el dogma principal de la fe cristiana.
“A pesar de estar desterrado, no permaneció inactivo. Con el opúsculo Contra Maxertiam atacó violentamente al mismo Constancio, acusándole de cesaropapismo y de inmiscuirse en las disputas teológicas y asuntos internos de la disciplina eclesiástica. De regreso a Poitiers, el valiente obispo continuó su obra pastoral, ayudado eficazmente por el joven Martín, el futuro Santo obispo de Tours”.
El santo es reconocido como un defensor a ultranza de la Trinidad, una acción que se refleja en su doctrina: “El Padre es eterno, invisible, incorpóreo, omnipotente, eterno, la fuente de toda existencia, e ingénito”.
San Hilario muere en el año 367 dejando escritos exegético-teológicos e himnos de argumento doctrinal, además de una serie de obras que para posteridad se publicaron por Erasmo de Rotterdam en Basilea en 1523, 1526 y 1528.
En 2007, el Papa Benedicto comentó sobre la figura de Hilario de Poitiers resumiendo lo esencial de su doctrina en esta fórmula del Santo: “Dios sólo sabe ser amor, y sólo sabe ser Padre. Y quien ama no es envidioso, y quien es Padre lo es totalmente. Este nombre no admite componendas, como si Dios sólo fuera padre en ciertos aspectos y en otros no”.
Oración
Dios todopoderoso, que has derramado,
por toda la creación reflejos de tu infinita belleza y bondad,
haciendo el hombre a tu imagen y semejanza,
tanto amas a quienes se entregan totalmente,
que nos los pones como modelo,
quieres que les veneremos y haces
innumerables beneficios y milagros por su intercesión.
Por ello y mediante tu siervo San Hilario de Poitiers
te rogamos nos concedas (mencionar aquí la petición)
y con ello una mayor correspondencia de tu amor.
Amén
Carlos A. Ramírez B.