Giuseppe Melchiorre Sarto, conocido por San Pio X, nació en Riese, Italia el 2 de julio de 1835. Proveniente del seno de una familia pobre y muy numerosa, desde niño se inclinó para prepararse, una virtud que lo condujo al seno de Dios con el estudio del catecismo, lo cual significó el primer paso para el llamado a ser sacerdote, una decisión que le marcó el camino en su juventud.
Su padre, Giovanni Battista Sarto, era cartero del municipio de Riese (Italia), y su madre, Margherita Sanson, costurera, u pasión por el sacerdocio fue atendida por sus padres quienes hicieron sacrificios para que pudiera estudiar, pese a esas carencias económicas que una familia humilde pasaba en la época.
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“El niño, consciente del sacrificio de sus progenitores, trataba de aliviarles esa carga en todas las cosas. Para no gastar los zapatos, se descalzaba y los llevaba amarrados sobre el hombro, volviéndoselos a poner únicamente cuando se acercaba a su destino (…) aprendió enseguida a apreciar todo lo que recibía, incluso su propia formación escolar, en la que llegó a destacar como uno de los mejores alumnos”.
En el año en 1850 comienza sus estudios en el seminario de Padua y es ordenado sacerdote el 18 de septiembre de 1858. Sus inicios en sus responsabilidades pastorales se caracterizaron por la ayuda constante a los pobres y por sus muy intensas prédicas lo cual lo hicieron merecedor de ser un pastor que recuperaba ovejas descarriadas.

“Sus oyentes percibían el especial ardor de su corazón cuando hablaba de la Eucaristía, o la delicadeza y ternura cuando hablaba de la Virgen Madre, o recibían también sus paternales correcciones cuando se veía en la obligación de reprender con firmeza ciertas faltas o errores que deformaban la vida de caridad que debían llevar entre sí”.
Luego de tantas acciones San Pio X con treinta y cinco años de ministerio pastoral, y nueve de ellos como obispo de Mantua, el papa León XIII lo creó cardenal y luego lo promovió a patriarca de Venecia.

“En 1903, habiendo fallecido este pontífice, los príncipes de la Iglesia de todo el mundo se dirigieron a Roma para elegir al nuevo Sucesor de Pedro. Se cuenta que el patriarca de Venecia fue el único cardenal que compró el billete de ida y vuelta, pues muy lejos estaba de sus pensamientos la idea de convertirse en Papa”.
San Pio X fue el primer Papa de la historia contemporánea nacido de la clase campesina, un ilustre reformador que atendió con profundidad el catecismo, reformó la liturgia y facilitó la comunión frecuente para los fieles. Murió el 20 de agosto de 1914.
Oración
Glorioso Papa de la Eucaristía, San Pío X, que te has empeñado en “restaurar todas las cosas en Cristo”.
Obtenme un verdadero amor a Jesucristo, de tal manera que sólo pueda vivir por y para Él.
Ayúdame a alcanzar un ardiente fervor y un sincero deseo de luchar por la santidad, y a poder aprovechar todas las riquezas que brinda la Sagrada Eucaristía.
Por tu gran amor a María, madre y reina de todo lo creado, inflama mi corazón con una tierna y gran devoción a ella.
Bienaventurado modelo del sacerdocio, intercede para que cada vez haya más santos y dedicados sacerdotes, y se acrecienten las vocaciones religiosas.
Disipa la confusión, el odio y la ansiedad, e inclina nuestros corazones a la paz y la concordia, a fin de que todas las naciones se coloquen bajo el dulce reinado de Jesucristo.
Amén.
Carlos A. Ramírez B.