«Generemos una amistad social basada en la capacidad de escuchar y la amabilidad hacia todos, sin ideologías». Esta es una de las peticiones de Monseñor Javier Acero, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, durante la misa por las personas desaparecidas y las familias buscadoras.
En este acto de sensibilidad, realizado en la Catedral Metropolitana, tras el descubrimiento de un campo de exterminio en Teuchitlán y en otras zonas del país, el prelado agradeció a las familias buscadoras por demostrar que «el amor es capaz de convocar, dialogar y abrazar en tiempos de ideologías y conflictos bélicos».
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En su homilía, Acero invitó a «mancharnos las manos» para convertirnos en artesanos de la paz, instando a vernos con la misma ternura y misericordia que Dios, y a ayudar a las familias que «viven estas guerras de desaparición y tortura en todo el país». «La llamada a la paz –afirmó–, desde la no violencia, la lanzamos desde esta Catedral a todos los habitantes de nuestro querido México».
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Como resalta el periódico Desde la Fe de la Arquidiócesis, el pastor ha acompañado a las familias buscadoras para tender puentes entre ellas y las autoridades. Además, los participantes trazaron líneas blancas en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México para representar el terreno del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, un centro de reclutamiento y exterminio de personas descubierto por Guerreros Buscadores.
En ese mismo lugar, colocaron velas, simbolizando «hermandad, amor, justicia y paz», que fueron los principales clamores de la vigilia en honor a los desaparecidos de todo el país, organizada por colectivos de familias buscadoras. Estas familias tuvieron la oportunidad de compartir sus casos frente a cientos de personas.
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«Zapatos, velas y flores», agrega la nota de Desde la Fe, fueron colocados y encendidos por familiares y personas solidarias, quienes se unieron al dolor de las familias a través de oraciones, abrazos y lágrimas.
Las familias buscadoras hicieron un llamado a Claudia Sheinbaum, presidenta de México, pues ante la omisión del Estado, «ellas han asumido la responsabilidad y carga de la búsqueda, y han encontrado lugares inimaginables como el rancho de Teuchitlán, que no es el único ni el primero», aseguraron los colectivos.
Vía Vatican News