Las jugadoras de la selección femenina de fútbol, denunciaron este martes abusos y acosos físicos, psicológicos y sexuales por parte del exentrenador vinotinto, Kenneth Zseremeta, entre los años 2013 y 2017.
En el texto, las jugadoras señalaron que durante la administración de Zseremeta, se produjeron numerosos incidentes alrededor de su figura. “Muchas de nosotras seguimos con traumas y heridas mentales que nos acompañan en nuestro día a día”, expresan.
“Aunque suene a locura, para nosotras era normal que nuestro entrenador opinara, comentara y nos preguntara sobre nuestra sexualidad e intimidad, aun siendo menores de edad”, señala el documento compartido por Deyna Castellanos en su cuenta de Twitter, a lo que agregan que muchas de las situaciones irregulares eran apoyadas por miembros del cuerpo técnico.
“Hoy entendemos que estas acciones tenían el fin de manipularnos y hacernos sentir culpables. Las jugadoras de la comunidad LGBTI eran constantemente cuestionadas por su orientación sexual y el acoso a las jugadoras heterosexuales era constante”, indica el comunicado.
El documento señala que existieron amenazas y manipulaciones con revelar a los padres de las jugadoras sobre la orientación sexual si no tenían disciplina o su rendimiento era inferior al esperado. “Las insinuaciones sexuales eran temas del día a día, al igual que los comentarios hacia el atractivo físico de muchas de nuestras jugadoras”, indica.
De la misma manera, las seleccionadas refieren que una de sus compañeras fue “agredida sexualmente desde los 14 años de edad” por el exentrenador, a lo que agregan que este abuso duró hasta que fue despedido. “Su cómplice en todo esto es Williams Pino”, expresaron.
“Nuestra compañera hoy está en un mejor lugar mental y físicamente, a pesar de todo el trauma que causó esta persona en su vida. Ella buscó la ayuda necesaria para poder seguir haciendo su vida de la mejor manera, siendo sobreviviente a un monstruo que no solamente abusaba de ella a nivel sexual. Emocionalmente vivía en un constante asedio en el que ella prefería no ser convocada más y Zseremeta visitaba la casa de sus padres para manipularlos aprovechándose de las necesidades económicas de ella y de su familia. El estar en la Selección la convertía en el sustento de su casa en muchas ocasiones. Esto duró muchos años”, se lee en la misiva.
Asimismo, señalan que dicho entrenador ejercía una influencia autoritaria sobre gran parte de las jugadoras, hasta el punto de que un grupo de jugadoras “apoyaron su gestión” al momento de su despido, añaden que aunque se han buscado mecanismos para emprender una demanda legal por estas violaciones, «se les ha hecho cuesta arriba»; razón por la cual decidieron omitir el nombre de la jugadora agraviada para proteger su privacidad. “A raíz de esa confesión, otras jugadoras han expresado diversas experiencias de acoso, sobornos, entre otras irregularidades”.
“No ha sido fácil para nosotras este proceso, pero actualmente hemos entendido que como víctimas de abuso es importante alzar la voz, por defender el honor de nuestra compañera y para que una persona así jamás tenga el poder de hacerle daño a otra niña o mujer”, responden.
“Les pedimos respetar nuestra privacidad. No haremos más comentarios al respecto de este tema. Saber que la mayoría de nosotras estuvo desde los 13-14 años pensando que un manipulador era la persona que nos quería ayudar en nuestras carreras ha sido un golpe muy fuerte”, culminaron.