El 11 de marzo se cumplirán seis años de la publicación de la historia de D. Jackson Bustamante, en Diario Católico, quien fue diagnosticada con hipoacusia bilateral profunda, enfermedad que se convirtió en una lucha para sus padres, quienes iniciaron un largo camino para lograr una cirugía que le permitiera a la pequeña escuchar.
Es así que llenos de esperanza, ilusionados, y a la vez nerviosos tocaron diversas puertas ante organismos para lograr el sueño anhelado de los tres. El decano de la prensa tachirense estuvo presente en este recorrido que finalmente dio frutos, en medio de las adversidades que esta familia merideña tuvo que atravesar.
Cuando llegaron al diario, Daniel y Keyla fueron muy receptivos. La niña se portó bien, y hasta se tomó una foto. Luego de ser publicado el artículo en el semanario, siguieron su travesía como lo era recaudar el dinero para la operación y el tratamiento que permitiera mejorar la calidad de vida de la menor de edad.
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La hipoacusia es la disminución de la sensibilidad auditiva. Puede presentarse de forma unilateral cuando afecta un solo oído, bilateral cuando son ambos. A nivel mundial 32 millones de niños sufren de sordera.
Daniel Jackson, relató cómo han sido estos últimos años, recordando que la difusión de la campaña #AyudaADaniellaAEscuchar desde la cuenta de Instagram @mimundoensilencio, permitió que el caso se diera a conocer en América Latina y Europa. “Daniella ya tenía cinco años y estábamos contrarreloj, desde Austria recibimos una negativa porque la niña superaba la edad, ya que en ese país el límite de edad para implantar niños es de cuatro años y cuando pensábamos que no habría solución nos contactaron de Las Islas Canarias en España desde la Unidad de Hipoacusia a finales de enero de 2019 y gracias al apoyo de muchas personas logramos viajar para una consulta que teníamos prevista”, expresó.
Llegaron a Tenerife, España, en marzo de 2019, en cuya nación se encontraron con un mundo de burocracia. A pesar de eso, la intervención quirúrgica se llevó a cabo en julio del mismo año.
Recuperación
La primera cirugía fue del oído derecho, el 24 de julio del 2019, cuatro días después fue dada de alta. “Daniella fue muy valiente y madura para su corta edad, en casa y bajo nuestros cuidados su recuperación fue pronta y satisfactoria, la segunda cirugía fue el 15 de enero de 2020, justo antes del confinamiento por la pandemia y de igual manera su recuperación fue exitosa, en pocos días estábamos en casa y ella siempre activa haciendo una vida normal”, dijo Jackson.
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¿Cuál es el estado de Daniella, escucha y habla con normalidad?
Ya se cumplen casi 5 años desde la primera cirugía, Daniella sigue recibiendo terapia logopédica y psicopedagógica, el cambio ha sido progresivo y constante, paulatino. Ha pasado por un proceso de aprendizaje tanto ella, como nosotros y el entorno escolar. Daniella ha recibido apoyo de la directora del colegio donde está, el profesorado y sus compañeros. El trabajo que realiza la logopeda es invaluable, la entrega de todos es total.
Al momento escucha y habla con normalidad, teniendo en cuenta que cuando tenía cinco años su edad auditiva comenzaba, era cero. Hoy en día tiene 4 años de audición, en teoría se ubica tanto en la audición como en el lenguaje en ese rango de edad, pero no es del todo cierto porque actualmente estudia cuarto grado de primaria con apoyo escolar en algunas asignaturas, aunque en otras está al mismo nivel de sus compañeros.
¿Qué dicen los médicos?
De alguna manera ha sido toda una sorpresa, siempre recordamos que en la primera consulta un otorrino nos dijo que ella iba a escuchar por seguridad gracias a los implantes, pero no desarrollaría el lenguaje por la edad en la que se estaba interviniendo.
La realidad es que las visitas a la unidad de hipoacusia cada seis meses no deja de sorprenderlos por los avances que refleja, por ejemplo, discriminar sonidos sin apoyo, es decir, con lectura labial es bastante difícil y Daniella durante la pandemia entendía perfectamente cuando la gente le hablaba, en ese entonces se usaba mascarilla. Ella se esfuerza mucho y se exige para alcanzar las metas trazadas.
Esperanzas
Jackson está claro de lo duro que puede resultar el camino para concretar cualquier cirugía, lo que puede llenar tanto a los pacientes como sus familiares de incertidumbre y frustración. “A veces van a sentir que están solos, que todo está en contra, pero todos los esfuerzos al final dan fruto y generan recompensa, en nuestro caso fueron cuatro años de esfuerzo constante porque nunca desistimos, intentamos de todo y nunca lográbamos concretar algo, pero lo cierto fue que nunca nos detuvimos siempre seguimos adelante”, señaló.
Sostiene que influyó mucho el hecho de que lograron contagiar de la felicidad que transmite Daniella al ejército de personas que se mantuvieron allí para recordar que estaban haciendo lo correcto y se fueron sumando poco a poco para ayudar a difundir el caso de Daniella.
Actualmente avanzan en la habilitación del lenguaje, una fase mucho más larga que la anterior pero que están disfrutando al máximo. “Debemos agradecer a todos y cada una de las personas que de alguna manera pública o anónima ayudaron a que se hiciera más liviano este proceso y de una forma especial a este hermoso país que nos acogió para que fuese una realidad lo que por tanto tiempo habíamos luchado”, concluyó.
Dato:
Las informaciones publicadas, y fotografías de la menor de edad, son publicadas bajo el consentimiento de los padres, quienes están radicados en Tenerife.
Maryerlin Villanueva