“Puede participar cualquier persona que esté dispuesta a abrir plenamente su corazón a Dios a dejar que Dios transforme su vida, a que Dios sea el centro de su vida y por tanto que las condiciones de su vida no le impidan acercarse a todos los sacramentos”
Durante la homilía, monseñor Ayala instó a los presentes a sed buenos, como parte de una práctica católica que busca con un hondo anhelo espiritual, seguir los criterios de Dios para conquistar la santidad y practicar la caridad como formas idóneas presentes en los cristianos