En la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, el cardenal comenzó su homilía refiriéndose a los dos patronos de Roma que, aunque “diferentes en su formación y temperamento personal”, supieron desarrollar “una nueva y profunda forma de ser hermanos, posible gracias a su identidad común en Cristo”
“Con sutileza, pasión y constante trabajo en el dibujo he esbozado la perspectiva y el color al lograr profundidades de sus elementos, en paralelo a ello, proseguí en la búsqueda para darle mi estilo propio”
La fiesta patronal no solo sirvió como un momento de devoción religiosa, sino también como una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y reafirmar el espíritu de cooperación y fe que caracteriza a la parroquia Sagrado Corazón de Jesús
Durante la homilía, el Obispo auxiliar describió a la Virgen como la "morada de Dios, templo del Espíritu Santo y modelo de todo cristiano".
Mons. Ayala enfatizó que el corazón de María está “lleno de pureza, amor y ternura” para la construcción del Reino de Dios
“Hay un dato bastante curioso que suele pasar inadvertido: le llamamos Madre del Perpetuo Socorro porque ella es la madre de Jesús. Él es el Perpetuo Socorro de nuestra vida, así que al decir madre del Perpetuo Socorro hacemos referencia directa a Jesús