“Para hacer posible el desarrollo de una comunidad mundial, capaz de realizar la fraternidad a partir de pueblos y naciones que vivan la amistad social, hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (FT 154). En esta Carta Encíclica el Papa Francisco denuncia que la forma actual de hacer política suele no incorporar a los débiles y no respeta la diversidad cultural.