En la homilía, monseñor Rivas expresó que la presencia de los fieles y sus pastores es motivo de alegría y de bendición, pues, como peregrinos de esperanza llegan para renovar la fe y confirmar la disposición de continuar trabajando por la edificación del Reino de Dios
“Para los ministros ordenados, es renovar esa obediencia a Jesucristo en su entrega al servicio de la Iglesia, a través de la cabeza visible que es el Obispo"