el uso de la energía nuclear con fines bélicos es un crimen, pues no está destinado para fines pacíficos, sino para atentar contra el hombre, su dignidad, y toda posibilidad de futuro.
“La Liturgia es la acción de Dios con nosotros, y se necesita estar atentos a Él: es Él que habla, a Él que actúa, a Él que llama, a Él que envía”, enfatizó.