La lucha para esta construcción fue ardua, pues para encontrar mano de obra, muchos desistían de laborar, por miedo a la altura, algunos sufrían de vértigo y otros le temían al peso de los ladrillos de diferentes formas y tamaños, los cuales variaban entre 16 y 20 Kg
Este templo es la identidad de su pueblo y religiosamente hablando es su punto de referencia. No hay rubiense que no hable, suspire y piense por su augusto templo. A pesar de que no es la única parroquia eclesiástica en la zona todos convergen en ella, pues por muchos años fue la única, y entonces es madre de las demás