La tarea que Dios le encomendó a San José fue de suprema responsabilidad y un privilegio que con convicción y fe cumplió a cabalidad. Ser el esposo de la Virgen María y un defensor de la Sagrada Familia lo convirtió en el santo que más cerca de Jesús está.
San José es conocido como el «Santo del silencio», no se evidencian palabras expresadas por él, pero sí acciones, obras y testimonios donde convergen los actos de fe, amor y protección irrestricta de su esposa la Virgen María y de Jesús el hijo de Dios. Su cariz lo hizo merecedor de ser escogido, una responsabilidad que cumplió y que se esforzó por hacerlo con cabalidad, respeto y responsabilidad.
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“De todos los hombres que jamás vivirán, el Padre Eterno eligió a San José para ser el padre terrenal de Su Hijo Divino. Esto era necesario para el Plan Divino; no es necesario como la única manera en que Dios podría haber salvado al mundo, pero necesario de acuerdo con la sabiduría y la voluntad de Dios como la forma en que el mundo sería salvo”.
Virtudes de San José
Paternidad
“José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
En esta cita bíblica se halla el núcleo central sobre San José. Fueron destacables entre otras virtudes, su obediencia y humildad, realizó lo mandado por el ángel y tomó a María con todo el misterio de la maternidad.
Obediencia y fe
Vemos en su persona cómo obedecía con docilidad, y siempre estaba oyente a la voz de Dios. En cada circunstancia de su vida se ve la respuesta dirigida hacia esta voluntad.
A través de sus sueños, se le reveló lo que tenía que hacer y se observa en él su obediencia sin pensar en las dificultades. Por la fe acató los caminos de Dios, en esa confianza que el Padre había depositado en él, al elegirlo padre de su hijo.
Sagrada Familia
Se entregó completamente a esta misión que le encomendaba y puso su vida al servicio de ello.
Nos enseña a creer en Dios, a tener fe aún en medio de las dificultades, miedos, debilidades, por tanto, es necesario entonces, dejarnos abandonar en él, para que lleve nuestra vida, porque él tiene siempre la última palabra y su mirada es más amplia que la nuestra.
Trabajo y silencio
San José se caracterizó por su silencio. Un silencio respetuoso y puesto al servicio de la escucha. Este silencio ayuda a tener una mirada hacia adentro para meditar y conocer la voluntad de Dios.
El Papa Benedicto dijo: “dejémonos invadir por el silencio de San José”, el ruido nos impide escuchar o percibir las grandes verdades de la vida.
Custodio de la Iglesia
Al igual que estuvo al cuidado de Jesús y María, como padre y esposo, con un corazón que fue capaz de amar y proteger al hijo de Dios y a su Madre, es por ello que se le encomienda también la Iglesia, su cuerpo místico.
Oración
Glorioso patriarca san José, cuyo poder saber hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.
Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución.
Mi amado padre, toda mi confianza está puesta en ti.
Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder.
Amén
Carlos A. Ramírez B.