Llegado el mes de diciembre, son múltiples las celebraciones en diversos hogares del mundo, los cuales se caracterizan por la reunión de las familias para llevar a cabo las novenas, entrega de regalos, celebración del niño Jesús, recibir el año nuevo y esperar la llegada de los Reyes Magos, el seis de dinero.
Es justo a este Santo que se le debe el origen de la figura de San Nicolás o Santa Claus como se le conoce a nivel mundial, sí, ese personaje que trae los regalos a los pequeños si se portan bien para la fecha de navidad.
Cada cinco de diciembre, se celebra el Día Internacional del Voluntariado para reconocer y promover el incansable trabajo, de aquellas personas que dedican tiempo y esfuerzo para asegurar la inclusión de quienes con frecuencia son dejados atrás.
Cada dos de diciembre, la Iglesia celebra a Santa Bibiana, virgen y mártir romana de tiempos del emperador romano Juliano II, el Apóstata (siglo IV). Santa Bibiana es patrona de epilépticos e intercesora frente al dolor físico, especialmente aquellos relacionados a la cabeza, y se le invoca cuando alguien sufre convulsiones.
En Navidad los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús, no sólo como un acontecimiento histórico ocurrido hace poco más de dos mil años, sino como un aspecto fundamental de nuestra fe: Dios se hace hombre para salvarnos, como lo relata el evangelista San Juan, "y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria". Jn 1,14.