“Jesús se conmovió al ver el dolor de Marta y María y, luego de orar al Padre, ordenó que removieran la piedra de la entrada del sepulcro. Luego, a voz en cuello, gritó: "¡Lázaro, sal fuera!". Lázaro, envuelto en vendas, salió caminando de la tumba”
Fue una fiel acompañante de Jesús y sus discípulos y despuntó por permanecer desde el inicio de su ministerio hasta la llegada de la pasión, muerte y resurrección
Durante todo su recorrido se distinguió por su entrega a los más necesitados y una convicción austera de vida con la cual colmó corazones y obró en bien del prójimo, un accionar que lo hizo merecedor de llamarse “Taumaturgo del nuevo mundo"
El santo permaneció en una cueva donde todo su tiempo lo utilizaba para orar y prepararse espiritualmente, entretanto otro monje le daba de comer a través de una cesta para no interrumpir la penitencia
“Construyó albergues para indigentes, forasteros y peregrinos. Fundó un hospital para pobres, un colegio gratuito para niñas, una casa para mujeres arrepentidas y un hospicio para niños abandonados"
El Papa Benedicto XVI refirió que ambos santos representan el evangelio de Cristo y por ello la tradición cristiana siempre ha considerado a san Pedro y san Pablo como inseparables