En su homilía Mons. Ayala reflexionó sobre el llamado a la santidad en la vida cotidiana, poniendo como ejemplo a los santos, quienes en vida se dedicaron a servir a Dios y difundir el mensaje de la salvación
“Disfrazarse es complacer al demonio es complacerlo a él, ¿por qué? porque se habla de brujería, hechizos, astrología magia, adivinación, que son cosas que no agradan a Dios, son detestables para Dios y detestables para el que es un buen cristiano. Por eso, nosotros no podemos absolutamente evocar a los muertos”
Al hacerme discípulo misionero del Señor para continuar con esta aventura de la misión Ad Gentes con la profesión de los consejos evangélicos, me llevó luego a realizar mis estudios de Teología en Londres en un Instituto “Missionary Institute London”, afiliado a la Universidad de Lovaina en Bélgica
“A mí no me interesaba saber mucha teología o filosofía, a mí lo que me interesaba era ser discípulo de Jesús (…) yo tenía miedo de ordenarme sacerdote pero el señor me llamó a ser sacerdote y aquí estoy”