“La solemnidad se celebra el último domingo del año litúrgico, un momento privilegiado para reflexionar sobre la culminación de la historia de la salvación y el reinado de Cristo en el corazón de los creyentes”
"El que es buen seguidor de Cristo práctica la justicia y el amor, sin embargo, hay personas que se dejan llevar por la fuerza del demonio y se consideran más que los demás"