Un hombre escuchaba la radio un día cualquiera de 1928. De pronto, comenzó a escuchar una composición que lo sedujo, que lo atrapó tan íntimamente que se sintió poseído por cada nota que se dibujaba desde el artefacto eléctrico. Se trataba de una melodía repetitiva e incesante, con una fuerza sensual y abrumadora.
El término parroquia viene del griego profano paroikein, que significa “residir junto a otros o ser vecino”. La parroquia es la comunidad de los que viven en vecindad. En el griego bíblico, paroikein, significa “vivir como un peregrino”.
Cuando pensamos en el futuro y presente de la Iglesia, hay más pensamientos pesimistas que esperanzadores, ya que con expresiones como: "¡los jóvenes no vienen a la Iglesia!, ¡se va acabar!, ¡le queda poco!, ¡no hay vocaciones!," entre otros, simplemente están alimentando la falta de fe y confianza en Cristo, que es propio de los cristianos católicos.
Hemos perdido la posibilidad de intimar con el instante. Hemos perdido también relación de intimidad y de conocimiento con el otro o, como lo podría decir algún filósofo, con la cosa conocida.