Cuando apareció Evangelii Gaudium, me pregunté cómo podría ser tal cosa. El Papa Francisco nos refiere a una alegría que nos llena el corazón y la vida entera provocada por un encuentro con Jesucristo camino hacia las Bienaventuranzas
Desde una mirada de fe se contempla al Dios de Jesucristo que vino a encarnarse y habitar en la ciudad. Aparecida nos ofrece esta afirmación “Dios vive en la ciudad”, esto se convierte en un presupuesto para toda pastoral urbana.
La movilidad misionera como Iglesia en salida en un tiempo y espacio de la ciudad para compartir la vida en Cristo como discípulos misioneros, requiere fomentar la pastoral de la acogida de quienes llegan a la ciudad y a los que viven en ella
La V Conferencia del Episcopado Latinoamericano celebrada en Aparecida, en Brasil en el 2007, fue un acontecimiento eclesial que quedó plasmado en un documento pastoral, donde se ha dado un paso adelante, en cómo preparar un itinerario de la nueva pastoral urbana.
En esta oportunidad desde Fe Creída, Fe Vivida quiero escribir sobre nuestra Alma Mater, desde mi experiencia humana y académica como discípulo misionero formado en el seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino de Iglesia Local de San Cristóbal.
Durante la década de los 60, 70 y 80 surge en las ciudades de América Latina invadida de dictaduras, estructuras y modificaciones socioeconómicas estructurales que dejaron huella en nuestros pueblos