De la historia de las grandes civilizaciones de los primeros pobladores que habitaron el continente americano: la azteca, maya e inca, se conoce en gran parte, porque dejaron muchas huellas, entre las grandes construcciones, en las cuales se encontraron escritos que muchos aún no han sido descifrados, diferentes tipos de objetos, restos funerarios, entre otros testimonios, que los conquistadores españoles trataron de borrar para imponer su hegemonía política, económica, social y religiosa.
La Facultad de Ciencias de la Religión de la Universidad Católica del Táchira y la Unión Diocesana de Cofradías del Santísimo Sacramento (UDCSS) realizaron el taller formativo titulado “Hemos venido a adorarle”, un encuentro abierto a la feligresía que tuvo como objetivo profundizar en el conocimiento de la Eucaristía y la Palabra de Dios como ejes fundamentales de la vida de la Iglesia.
Inspirados en el lema “Piedras vivas que celebran y comunican su fe”, laicos de diversas parroquias diocesanas y comunicadores sociales atendieron a la convocatoria del III Sínodo, caminar que tiene como objetivo compilar los aportes del pueblo de Dios para orientar el rumbo de la Iglesia local como fuente de evangelización en espíritu y verdad.
Pensar la ciudad y pensar la misión nos lleva a tener memoria histórica y reflexión teológica con visión de las líneas pastorales necesarias para evangelizar la ciudad. Para ello es necesario anunciar, contemplar y reconocer. En los próximos tres artículos reflexionaré sobre estos tres verbos.
He comenzado a leer el libro Seremos juzgados en el amor del padre Gabriel Amorth. Las primeras líneas de la introducción, Amorth nos pone en contexto por medio de la profunda voz de San Juan de la Cruz: “al atardecer de la vida, seremos juzgados en el amor”.
En las instalaciones del auditorio de la Universidad Católica del Táchira en su sede Lomas del Tejar desarrollaron la jornada de formación “Hemos venido a adorarlos” una iniciativa de la UCAT junto a la Unión Diocesana de Cofradías del Santísimo Sacramento de la Diócesis de San Cristóbal.
En la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino tres seminaristas de la Diócesis de San Cristóbal fueron enviados al Año de Pastoral Pre-Configuración.