“José Gregorio no renunció a la fe, sino que la colocó al servicio de la ciencia, a través de la investigación para responder y aliviar el dolor de los más pobres, de quienes le buscaban"
Su corta edad no le impidió proferir su deseo de ser sacerdote, acción que iba cristalizando cuando se presentó ante San Juan Bosco para ser partícipe de una jornada de preparación que preveía la atención y ayuda a los niños abandonados de Turín
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío”
El Obispo señaló que la mejor forma de evangelizar es con el testimonio. Así se va contagiando la fe y también es necesario comunicarse, acercarse a la familia
Sus inicios fueron intermitentes y hasta los 27 años vivió con una familia de pastores; posteriormente se unió al ejército (…) Mientras tuvo dinero, viajó por todo el continente europeo, incluso tocando África, hasta que regresó a España y se estableció en Granada donde abrió una librería