El informe «Detención de niños en tiempos de COVID» revela que los gobiernos y las autoridades de detención de al menos 84 países han liberado a miles de niños desde abril de 2020, cuando UNICEF llamó la atención sobre su mayor riesgo de contraer COVID-19 en espacios confinados y hacinados y pidió su liberación inmediata. El estudio forma parte de uno de los dos análisis que muestran la situación de cientos de miles de niños privados de libertad cada año. Ambos informes se presentan antes del Congreso Mundial de Justicia Juvenil. Según Henrietta Fore, directora general de UNICEF:
“Sabemos desde hace mucho tiempo que los sistemas de justicia no están bien equipados para atender las necesidades específicas de los niños, una situación que se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19. Elogiamos a los países que han atendido a nuestro llamamiento y han liberado a los niños detenidos”
El COVID-19 ha afectado a la justicia de menores
El COVID-19 ha afectado profundamente a la justicia de menores, cerrando tribunales y limitando el acceso a servicios sociales y de justicia esenciales. Las pruebas demuestran que muchos niños, incluidos los que viven en la calle, han sido detenidos por violar las órdenes de toque de queda y las restricciones de circulación.
La cifra podría ser mucho mayor
En todo el mundo, se estima que 261.000 niños en conflicto con la ley – los presuntamente acusados o declarados culpables de un delito – están detenidos, según el segundo análisis de UNICEF. La estimación del número de niños privados de libertad en la administración de justicia – el primer análisis de este tipo desde el año 2007 – advierte que el registro incompleto y los sistemas de datos administrativos poco desarrollados en muchos países hacen que la cifra sea probablemente mucho mayor.
Volver a imaginar la justicia para los niños
Para re-imaginar la justicia para los niños y poner fin de forma segura a la detención de todos los niños, UNICEF pide a los gobiernos y a la sociedad civil que inviertan en actividades de sensibilización sobre los derechos legales de los niños en los sistemas de justicia y bienestar, especialmente para los niños más marginados. Amplíen la asistencia jurídica gratuita, la representación y los servicios para todos los niños. Den prioridad a la prevención y a la intervención temprana en la delincuencia juvenil y a la derivación hacia alternativas adecuadas. Pongan fin a la detención de niños, incluso mediante reformas legales para aumentar la edad de responsabilidad penal. Garanticen la justicia para los niños supervivientes de la violencia, los abusos o la explotación sexual, incluso invirtiendo en procesos judiciales adaptados a los niños y que tengan en cuenta las cuestiones de género. Y que establezcan tribunales especializados para niños, y tribunales virtuales y móviles. Henrietta Fore añade:
“Cada niño detenido es una prueba del fracaso de los sistemas, pero este fracaso se agrava aún más. Los sistemas de justicia diseñados para proteger y apoyar a los niños a menudo aumentan su sufrimiento. Mientras los responsables políticos, los profesionales del derecho, los académicos, la sociedad civil, los niños y los jóvenes se reúnen en el Congreso Mundial esta semana, debemos trabajar juntos para poner fin a la detención de niños”