«¡Vamos Macri!», grita el venezolano Alexander Alcalante junto a decenas de miles de argentinos en una manifestación en Buenos Aires para apoyar su reelección. Emigrado a Argentina, teme que una victoria del peronista de centro-izquierda Alberto Fernández traiga una crisis como la de Venezuela.
Al grito de «Sí, se puede!», un centenar de venezolanos acudió el sábado al multitudinario acto político de Mauricio Macri antes de su cierre de campaña para las elecciones del domingo, reseño AFP.
Y desde el escenario, el presidente saludó a los venezolanos que defienden sus «mismos valores». «Vinimos en apoyo a Macri, que entiendan los argentinos que su voto es la mejor arma para que no dejen que se instale el socialismo», dice Alcalante, bajo una inmensa bandera venezolana.
Aunque no es el país latinoamericano que mayor cantidad de migrantes venezolanos alberga, su llegada a Argentina ha crecido exponencialmente. De 2.278 en 2013 suman ahora cerca de 170.000.
Estas personas están marcadas por la peor crisis económica y política de la historia venezolana reciente, con una imparable hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, cortes eléctricos y de agua, así como violentas manifestaciones y denuncias de tortura y ejecuciones extrajudiciales.
Terror de «Argenzuela»
El favoritismo de Fernández de cara a las presidenciales, con 48% de votos obtenido en las primarias, pone en alerta a los venezolanos. «Yo le digo a los argentinos que yo vengo del futuro, yo sé lo que es el socialismo, yo sé la mentira», se lamenta Leticia Rodríguez, una veterana analista de seguridad, que en Buenos Aires vende arepas y empanadas.
Fernández no se define como socialista, pero causó polémica al asegurar que en Venezuela no hay una dictadura sino un «gobierno autoritario». Su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015), fue aliada y amiga del fallecido mandatario Hugo Chávez, mentor de Nicolás Maduro.
Leticia reconoce su miedo mientras sumerge las empanadas en aceite hirviendo: «Que vuelva otra vez la inseguridad, la escasez… y tengamos que salir de nuevo», confiesa.
Eduardo Rodríguez, un estudiante venezolano de 26 años, también teme. «En Venezuela nos decían que no podíamos ser Cuba. Hablaban de ‘Cubazuela’ y muchos se reían. Al final nos hemos transformado en Cuba. Ningún país está exento», afirma.
Pero para Michael Shifter, del centro de estudios estadounidense Diálogo Interamericano, «no hay ninguna posibilidad de que Fernández repita el escenario de Venezuela».
El experto argumenta que Fernández es «moderado, pragmático», y a diferencia de Venezuela, Argentina tiene instituciones independientes, una economía diversificada y una clase media todavía fuerte.
Crisis tras crisis
Jolymar Hernández, una emprendedora de 32 años, asegura que seguirá apostando a los restaurantes venezolanos que fundó en Buenos Aires, independientemente de quién gane las elecciones.
«Vamos a respetar lo que el pueblo argentino decida. Deseamos, de todo corazón, que sea lo mejor para Argentina», asegura la dueña de Chacaíto, un colorido restaurante que recrea una de las estaciones del metro de Caracas.
Sin embargo, Jolymar reconoce que la economía argentina atraviesa una crisis que le recuerda la de Venezuela. «Han incrementado absolutamente todos los servicios, los alimentos, todos los rubros se han visto afectados y nosotros como comerciantes nos vemos obligados a incrementar el precio», explica.
Argentina se encuentra en recesión desde 2018, con una de las inflaciones más altas del mundo (37% hasta septiembre), depreciación del peso y aumento de la pobreza (35,4%).
«Al principio, las remesas que enviábamos a Venezuela alcanzaban, pero ya no. Ahora no están bien allá y aquí estamos apretados», se queja Leticia.
Tablero latinoamericano
Una victoria de Fernández supondría un reajuste de fuerzas entre derecha e izquierda en América Latina. Con Macri, Argentina reconoció al líder opositor venezolano Juan Guaidó como mandatario interino al igual que medio centenar de países, e integró el Grupo de Lima, que hace causa común frente a la crisis venezolana.
Para Shifter, si Fernández llega a la presidencia «va a tratar de jugar un papel más neutro, y el frente unido latinoamericano contra Maduro se debilitaría» aún más que tras la llegada del izquierdista Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México en diciembre de 2018.
Lejana a la política, Leticia deshebra carne para preparar sus arepas y reitera su esperanza en una victoria electoral de Macri. «Para estar en un socialismo en Argentina, me voy a un socialismo en Venezuela, porque es mi país y ahí tengo mis cosas», zanja. (El Universal)