Pbro. Jhonny Alberto Zambrano Montoya
Fe creída, Fe vivida
En este artículo busco profundizar un elemento importante dentro de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), como lo son, los medios de comunicación social (MCS) y su funcionamiento e importancia en los procesos de socialización de las personas, así como sus limitaciones. Para ello, es necesario iluminar a los MCS desde los principios de la DSI en cuanto a la dignidad de la persona humana y al progreso de la convivencia humana. Por tanto, es necesario conocer lo que son las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), valorando posibilidades y limitaciones en el ámbito de la comunicación social.
SURGIMIENTO DE UNA CULTURA MEDIATICA
Cada vez cobran mayor importancia en nuestra era de la imagen los MCS. La Galaxia Marconi o Aldea Cosmica introduce en la sociedad la comunicación espontánea, instantánea y universal. Su objetivo era el de llegar al mayor número de personas con el mayor número de mensajes, englobando a la gran familia humana en una sola aldea global (McLuhan). Esta DIMENSIÓN PLANETARIA DE LA COMUNICACIÓN es la característica más sobresaliente de los medios de comunicación social. Es decir, existe una relación entre medios y sociedad: los medios configuran de forma determinante la sociedad y la cultura. Son ellos los que posibilitan una nueva cultura, la “cultura de masas”. (Cfr. Inter Mirifica, 1; Redemtores Missio, 37).
PRINCIPIOS ORIENTADORES
Las realidades mediáticas en expansión son percibidas como un oportunidad y también como una amenaza. Podemos verlas como oportunidades, evocando una llamada para su uso creativo e innovador en la vida eclesial, cosa que hemos comprobado en medio de la pandemia (2020-2022), o como una amenaza que provoca miedo a que nos distraigan de la escucha de la Buena Nueva en nuestra vida diaria.
Frente a la opinión tradicional de que los MCS son simples instrumentos, cuya validez depende del uso que se haga de los mismos, es decir, de los contenidos que difundan, se impone un nuevo planteamiento: ¿QUÉ ES LOS QUE ESTAS NUEVAS TECNOLOGÍAS HACEN DEL HOMBRE?
A esta interrogante tratará de responder la Iglesia, consciente de que ella misma también puede sentirse afectada. El pensamiento de la Iglesia sobre la comunicación apuesta por LA NATURALEZA Y EL CARÁCTER SOCIAL de este fenómeno al servicio de todo el hombre y de todos los hombres. Desde este presupuesto, se establece que EL HOMBRE MISMO ES LA NORMA en el uso de los MCS; los principios morales que a ellos se refieren deben apoyarse en la conveniente consideración de la dignidad del hombre, llamado a formar parte de la familia de los hijos adoptivos de Dios.
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LAS NTIC: POSIBILIDADES Y RIESGOS
Vivimos un momento histórico en que los MEDIA están cambiando su naturaleza y ampliando su rango. Los cambios se han ido forjando en el siglo XX al reavivarse la comunicación del mundo oral con el teléfono y la radio, y al completar la imagen en movimiento (cine y televisión) a la mera palabra.
El invento y rápida expansión del ordenador personal (computador), y ahora el crecimiento explosivo de las conexiones de éstos con las Redes Sociales (RRSS), crean un entorno genuinamente nuevo y transformador para proclamar el Evangelio.
Ante el nuevo universo comunicativo de las AUTOPISTAS DE LA INFORMACIÓN de entre las que Internet es hoy un claro ejemplo, se han de tener en cuenta una serie de PRINCIPIOS ÉTICO VÁLIDOS para los MCS.
Las nuevas tecnologías, que en sí mismas no son ni malas ni buenas, deberían ESTAR AL SERVICIO DEL crecimiento humano, del progreso ético, de la liberación de la miseria y de la ignorancia, y no de una explotación irracional que comercialice a las personas.
EL VALOR DE ESTAS TECNOLOGÍAS DEPENDE del uso que hagamos de ellas, de nuestro sentido crítico y ético, de la necesidad de poner los valores humanos y personales como eje y criterio básico en este medio. Un sentido ético que no puede estar basado en la simple prohibición, sino muy especialmente en una LIBERTAD FUNDAMENTADA EN LA RESPONSABILIDAD DE LOS USUARIOS.
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Es importante recordar que: “el primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la comunicación, que está unificando a la humanidad y transformándola en una aldea global. Los medios de comunicación social han alcanzado tal importancia que para muchos son el PRINCIPAL INSTRUMENTO INFORMATIVO Y FORMATIVO, DE ORIENTACIÓN E INSPIRACIÓN PARA LOS COMPORTAMIENTOS INDIVIDUALES, FAMILIARES Y SOCIALES” (Redemtores Missio, 37).
El cambio que hoy se ha producido en las comunicaciones supone, más que una simple revolución técnica, la completa transformación de aquello a través de lo cual la humanidad capta el mundo que le rodea y que la percepción verifica y expresa.
Paralelamente a todo el bien que hacen y que son capaces de hacer, los MCS pueden ser a la vez eficaces TRANSMISORES DE UNA VISIÓN DEFORMADA de la vida, de la familia, de la religión y de la moralidad de acuerdo con una interpretación que no respeta la auténtica dignidad ni el destino de la persona humana.
Por tanto, los MCS pueden a veces reducir a los seres humanos a simples unidades de consumo, o a grupos rivales de interés; también pueden manipular a los espectadores, lectores y oyentes, considerándolos meras cifras de las que obtienen ventajas, sea en venta de productos sea en apoyo político. Sin embargo, los medios de comunicación social, usados correctamente, pueden ayudar a crear y apoyar una COMUNIDAD HUMANA BASADA EN LA JUSTICIA, LA VERDAD, LA LIBERTAD Y LA CARIDAD.