El mensaje de esperanza para el pueblo venezolano a raíz de la renuncia de Evo Morales en Bolivia es que la capacidad de resistencia y de protesta popular puede conllevar a que las fuerzas militares y policiales se unan para lograr un acuerdo del regreso de la democracia, según lo manifestado por el diputado a la Asamblea Nacional y presidente de la Fundación El Amparo, Walter Márquez.
Recordó Walter Márquez que las elecciones del 20 de octubre en Bolivia fue un proceso electoral amañado donde se señalaron gravísimas irregularidades por parte de la oposición, ante lo cual intervinieron los expertos de la Organización de Estados Americanos –OEA-, quienes presentaron el pasado fin de semana un informe señalando que habían graves irregularidades e inconsistencias matemáticas, falsificación de firmas, adulteración de proyecciones en la fase final del proceso electoral, y eso generó además de las protestas, la exigencia de la iglesia Católica y de otras organizaciones religiosas, de que renunciara Evo, también de Luis Francisco Camacho el principal líder de la oposición en Santa Cruz de la Sierra y del mismo Carlos Mesa, candidato presidencial, a lo cual se sumaron dos factores decisivos: la policía y luego el ejército boliviano que exigieron la renuncia de Evo Morales.
“Hay lecciones del pueblo boliviano para Venezuela, la unidad alrededor del candidato opositor y del presidente de Comité de Defensa de Santa Cruz de la Sierra; el papel de la iglesia Católica y de sectores cristianos llamando a la oración, al ayuno, a la acción cívica, y la propia iglesia Católica a través de sus obispos exigió la renuncia de Evo Morales; esto es una lección para los venezolanos de que si podemos alcanzar una salida pacífica, pero allí fue factor fundamental la reacción de los militares como consecuencia de la acción popular. No fueron los militares que se alzaron contra Evo Morales, ellos se plegaron a las protestas populares que a lo largo del país se realizaron en las últimas semanas”, explicó.
Aunque lamentó que se registraron tres muertos, destacó que para la magnitud de la crisis pudo haber sido más, como ocurrió en Venezuela. “Fueron tres semanas en la calle, con un ultimátum al presidente de la República, incluso avanzaron de varias ciudades a La Paz, la policía se negó a reprimir al pueblo. Morales Irrespetó un mandato popular de no reelección y él se hizo imponer por el control que tenía del aparato judicial, y electoral, del que ya está presa la presidenta”, resaltó.
Considera Walter Márquez que es momento de que en Venezuela todos los factores democráticos sigan un solo camino, aprovechando el apoyo internacional de 50 países que no reconocen a Nicolás Maduro como presidente, para lo cual es necesario replantear una estrategia para cambiar el rumbo e impulsar una hoja de ruta para derrotar la dictadura de Maduro y su régimen.