Entre flores rojas y estrictas medidas de bioseguridad, la santa patrona es venerada por los devotos, en medio de emociones, lágrimas y sonrisas.
En un lateral del la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá e Iglesia de San Juan de Dios, espera a sus fieles la Sagrada Reliquia de la Reina Morena.
Las emociones también dicen presente en este momento religioso, más de un visitante deja ver sus lágrimas o una sonrisa al encontrarse con su «madre».
Tal es el caso de Lisbeth Quintero, quien agradece a la Patrona del Zulia por la sanación de su hija. La joven «se desmayaba sola y gracias al milagro de la Virgen está estable, y desde hace un año no se ha vuelto a desplomar».
Junto a Quintero está su hija, Miledis Vallestrini, y su nieta, las tres vestidas con una manta guajira y con un ramo de flores en sus manos.
El agradecimiento a la Virgen también lo comparte Lisbet Sulbarán. La mujer aseguró que La Chinita es su madre. «Es la razon por la que estoy acá y es un compromiso que tengo con ella», refirió.
Añadió que la Reina Morena es especial y que lo es todo para ella y su familia. «El venir a celebrar con ella, así sea un momento es una gran bendición», expresó.
Los foráneos también rompen la distancia para acercarse a dar gracias ante el retablo mariano. La trujillana Maricarmen, recién graduada de Odontóloga en la Universidad del Zulia (LUZ), fue hasta la Basílica para agradecer por su «anhelado» egreso de la máxima casa de estudios zuliana.
Por su parte, Kelly Peña detalló que llega desde Caracas desde hace tres años a ver a la Virgen. Este año asiste para dar gracias por la recuperación de su madre, quien padeció un problema cerebral.
Es así como los creyentes se dan cita en el santuario mariano. Quienes asisten deben realizar una rápida y corta formación en el pórtico de la Basílica.
Luego, antes de ingresar al templo, el grupo de bioseguridad le toma la temperatura y aplica gel antibaterial. Finalmente, le indican que pueden acceder y que se ubiquen en unos recuadros que fueron marcados en el piso para lograr mantener el distanciamiento social.
Los devotos van pasando uno a uno y tienen un tiempo prudente frente a la Reliquia. También permiten a las familias presentarse frente a la Virgen juntos, siempre y cuando tengan un espacio entre cada integrante.
La Basílica cerró sus puertas hasta las 2:00 p. m. Desde esa hora los fieles podrán volver a ingresar al santuario mariano.
Amplia detalles en: