Con sempiterna gratitud el Táchira recuerda a sus Obispos, a aquellos que desde el solio episcopal y peregrinando por todos los caminos de la región supieron ser maestros de la fe, servidores siempre atentos, amigos del que sufre y pastores de su pueblo.
Monseñor Alejandro Fernández Feo, sin duda alguna, no solo ha quedado en historia como el “Magno Obispo de San Cristóbal” sino que además quedó marcado en el corazón de los tachirenses. Su amor emprendido por la Iglesia, su regio carácter y su desvelo de padre, son las vivas manifestaciones de que fue fiel a la promesa que hizo al Táchira el día de su llegada como tercer obispo de la Diócesis, ¡Pueblo del Táchira, te juro que te querré!
El próximo martes 24 de agosto se cumplen 68 años de su Consagración Episcopal. Fue en el templo parroquial de San Juan Bautista de Caracas, de manos del entonces Nuncio Apostólico en Venezuela, Mons. Armando Lombardi, donde recibió la plenitud del Orden Sacerdotal, luego de que Su Santidad Pio XII le confiriera el Gobierno de la Diócesis de San Cristóbal.
Su lema episcopal fue “Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe” y ciertamente eso fue lo que sembró en el Táchira, una fe sólida, firme, fundamentada, sin vacilación y a partir de ella una Iglesia Local que sabe muy bien que es semilla de otro reino sembrada en este mundo para dar frutos de santidad.
Treinta y dos años estuvo el Excmo. Sr. Fernández Feo como Obispo de nuestra Diócesis, fue un episcopado no solo extenso, sino también fructífero. Fue un incansable peregrino que recorrió y conoció la extensión regional, fue fundador de un número considerable de parroquias, fue el fundador de la primera emisora diocesana “Radio Junín”, fue de gran influencia, junto con Mons. Sánchez Espejo, en la remodelación de nuestra Catedral, fue constructor de la extraordinaria edificación de las instalaciones del Seminario Diocesano, fue quien encontró para el Táchira la Coronación Canónica de su amada Virgen de la Consolación, entre otras muchas obras que si me detengo a detallarlas no terminaría.
Con justa razón y complacencia el Táchira Católico recuerda a su tercer obispo, y al hacerlo eleva a Dios Omnipotente una Acción de Gracias por la fortuna de haber tenido un pastor insigne, de fe valerosa y tesón pastoral.
La Diócesis de San Cristóbal, llena de júbilo, reconoce las gracias que el Espíritu Santo ha concedido a esta Iglesia Local a través de quien fue un PASTOR ARTÍFICE Y SOLÍCITO MAESTRO.
Carlos Peña
@seminarista.carlos